La presidenta Claudia Sheinbaum informó que México ha recibido a 38 mil 757 personas deportadas de Estados Unidos durante el gobierno del presidente Donald Trump. Del número total, 33 mil 311 tienen origen mexicano y 5 mil 446 son de otros países.
Explicó que los motivos por los que ha aceptado a los migrantes extranjeros son “razones humanitarias” y no algún acuerdo por negociación con el presidente Donald Trump:
“Sin firmar absolutamente nada, nosotros decidimos aceptar personas de otra nacionalidad, particularmente las que vienen por la frontera norte. Y la mayoría de forma voluntaria decide regresar a sus países” dijo desde Palacio Nacional. Mencionó que México no se trata de un “tercer país seguro”, puesto que requeriría la firma de dos países y asegura que no se firmó ningún acuerdo.
El término “tercer país seguro” proviene de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, firmada en Ginebra, Suiza (1951). El principio establece que en el caso de que una persona salga de su país con el fin de pedir asilo en otro y su petición es rechazada, puede ser remitido a otro, un tercer país, para que sea recibido.
La presidenta confirmó que cada vez menos migrantes deportados extranjeros entran en México debido a que Estados Unidos los envía directamente a sus países. En México se les acompaña hasta que pueden regresar a sus países en aviones de sus propias nacionalidades o en su defecto, algún avión de la fuerza aérea mexicana los traslada.
“Nosotros somos un gobierno humanitario. Entonces nosotros no podemos decir “no te recibimos” y ahí se les atiende (…) y se les pregunta si de manera voluntaria quieren regresar a su país” explicó, y señaló que en el caso de que quieran quedarse, se revisan situaciones particulares.
El día de ayer, destacó en la conferencia mañanera que los migrantes mexicanos representan una gran fuerza productiva en Estados Unidos, con una aportación de 781.2 mil millones de dólares al producto interno bruto durante el año pasado.
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