El miércoles, los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos publicaron correos electrónicos en los que Jeffrey Epstein afirmaba que el presidente Donald Trump había pasado horas en su casa con una de sus víctimas. Los mensajes, enviados entre 2011 y 2019, fueron obtenidos por el Comité de Supervisión de la Cámara y sugieren que Trump podría haber sabido más sobre los abusos del financiero condenado. La Casa Blanca negó las acusaciones y calificó la publicación como una maniobra política.
Los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes difundieron una serie de correos electrónicos de Jeffrey Epstein que, según aseguran, abren nuevas interrogantes sobre la relación entre el fallecido financiero y el expresidente Donald Trump. Los mensajes, parte de un conjunto de más de 20 mil páginas de documentos entregados por el patrimonio de Epstein, muestran intercambios con Ghislaine Maxwell y el escritor Michael Wolff en los que el condenado por delitos sexuales hace referencia directa a Trump y a sus presuntos conocimientos sobre las actividades ilegales que se le atribuyen.
Uno de los correos, fechado en abril de 2011, fue dirigido a Maxwell, confidente de larga data de Epstein, en el que éste escribió: “Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump”. Añadió que una víctima anónima “pasó horas en mi casa con él; nunca se le ha mencionado”. Maxwell respondió brevemente: “He estado pensando en eso”.

En otro mensaje, de enero de 2019, Epstein escribió a Wolff que “por supuesto Trump sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara”. Los demócratas señalaron que, según un denunciante anónimo, Maxwell se preparaba para solicitar al entonces presidente la conmutación de su condena.
La Casa Blanca respondió rápidamente a la publicación. Karoline Leavitt, secretaria de prensa, denunció que se trataba de “intentos malintencionados de desviar la atención de los logros históricos del presidente Trump”. Leavitt identificó a la víctima mencionada en uno de los correos como Virginia Giuffre, quien falleció en abril y había declarado en vida que no creía que Trump hubiera participado en el abuso sexual de menores en la residencia de Epstein.
“Lo cierto es que el presidente Trump expulsó a Jeffrey Epstein de su club hace décadas por acosar a sus empleadas, incluida Giuffre”, afirmó Leavitt. “Estas historias son un engaño para distraer de la reapertura del gobierno”.
Los correos divulgados fueron escritos después del acuerdo de culpabilidad alcanzado por Epstein en 2008 en Florida por solicitación de prostitución, que le permitió evitar cargos federales. Los intercambios se produjeron años después de que Epstein y Trump se distanciaran a principios de los años 2000.
Epstein, que se suicidó en una prisión federal en 2019, fue hallado culpable de operar una red de tráfico sexual que involucraba a menores de edad. Maxwell cumple una condena de 20 años por haber facilitado esos delitos.

Los demócratas argumentan que los nuevos correos reavivan las dudas sobre la transparencia del gobierno de Trump en la gestión de los archivos relacionados con Epstein y la decisión de no publicarlos íntegramente. El representante Robert Garcia, demócrata de California y principal miembro de su partido en el Comité de Supervisión, afirmó que los documentos “plantean serias dudas sobre qué más oculta la Casa Blanca y la naturaleza de la relación entre Epstein y el presidente”.
El asunto ha generado tensiones en el Capitolio. Los republicanos acusan a los demócratas de “politizar la investigación” y de seleccionar documentos “de forma arbitraria” para generar titulares. Una portavoz republicana del comité declaró que los demócratas “ocultan información que menciona a funcionarios de su propio partido”.
Mientras tanto, el comité confirmó que los nombres de las víctimas fueron eliminados para proteger su identidad y que no se ha publicado el conjunto completo de documentos, lo que impide conocer el contexto total de los intercambios.
Entre los correos difundidos figura también una conversación entre Epstein y Wolff del 15 de diciembre de 2015, en plena campaña presidencial republicana. En ella, Wolff advirtió a Epstein de que CNN planeaba preguntar a Trump sobre su relación con él durante un debate. Epstein respondió: “Si pudiéramos prepararle una respuesta, ¿cuál crees que debería ser?”. Wolff le aconsejó no intervenir, sugiriendo que la negación de Trump podría serle útil en el futuro.
No se sabe si el entonces candidato fue finalmente interrogado sobre el tema, pero los correos revelan el interés de Epstein en controlar la narrativa pública en torno a su relación con Trump.
Trump ha negado reiteradamente cualquier vínculo con la red de tráfico sexual de Epstein. En declaraciones anteriores, el expresidente aseguró que su relación con el financiero “se deterioró hace décadas” y que lo expulsó de su club privado Mar-a-Lago en Palm Beach por “acoso a empleadas”.
Virginia Giuffre, quien trabajó en Mar-a-Lago cuando era adolescente, declaró en una causa civil de 2016 que no creía que Trump hubiera participado en los abusos. “Nunca vi ni presencié que Donald Trump participara en esos actos”, dijo entonces.
Epstein y Trump mantuvieron una amistad entre 1990 y 2004, compartiendo círculos sociales en Nueva York y Florida. Según distintas versiones, su relación se enfrió tras un conflicto por la compra de un terreno en Palm Beach.
Los demócratas publicaron los correos el mismo día en que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, tomó juramento a la representante electa Adelita Grijalva, demócrata de Arizona. Su incorporación otorga a los demócratas los votos necesarios para impulsar una medida que obligaría al gobierno de Trump a divulgar todos los materiales de investigación sobre Epstein. La Casa Blanca se opone firmemente a esa iniciativa.
Con la reapertura del gobierno prevista para esta semana, el caso Epstein vuelve a ocupar el centro del debate político en Washington, poniendo de nuevo bajo escrutinio la relación entre Trump y el fallecido financiero, así como la transparencia de su administración en torno a uno de los escándalos más controvertidos de los últimos años.
Epstein criticó a Trump por corrupto en correo
En otro correo difundido en Estados Unidos, Jeffrey Epstein, se refirió a Donald Trump como una persona extremadamente corrupta y mentirosa. En un texto intercambia opiniones acerca de un proceso de facturación el cual aseguró se realizó de manera fraudulenta.
“Verás, sé lo corrupto que es Donald. Supongo que la gente de negocios neoyorquina que no es abogada no tiene ni idea de lo que significa tener un solucionador de problemas. Da igual que fuera su dinero. El problema es que no lo declaró. Además, el hecho de que haya mentido descaradamente al respecto deja claro que sabía que era ilegal.

Al final Epstein adjunta una nota del New York Times y asegura que el proceso para la destitución de Donald Trump en su pasada administración presidencial es claro pero asegura que “lo que falta es valentía”.





