David Cristóbal, conocido como “Nitro” y comandante de la Policía Estatal Preventiva, fue asesinado a balazos este martes alrededor de las 13:30 horas en el bulevar Pedro Infante de Culiacán. El ataque ocurrió cuando el oficial conducía una camioneta SUV de modelo reciente y fue perseguido desde el semáforo en la intersección con la calle Jorge Julián Chávez Castro, culminando frente a una concesionaria de automóviles con múltiples impactos de bala en su vehículo.
El vehículo del comandante quedó varado en plena vía pública tras recibir numerosos impactos de bala. En el lugar se encontraron otros tres vehículos particulares con daños por los proyectiles. Gabriela Elizabeth “N”, de 29 años e identificada como la esposa de Cristóbal, resultó herida durante el atentado.
David Cristóbal, quien actualmente estaba comisionado en Mazatlán, fue identificado en el sitio por elementos de la Policía Estatal que acordonaron la zona. Agentes de la Fiscalía General del Estado se trasladaron al lugar para iniciar las diligencias correspondientes y abrir la carpeta de investigación. Hasta el momento, no se ha informado sobre detenciones ni posibles responsables del crimen.
El asesinato del comandante “Nitro” se suma a una serie de hechos violentos registrados en la capital sinaloense en los últimos meses, evidenciando el alto nivel de inseguridad que persiste incluso contra elementos y exelementos de corporaciones policiales. Este caso destaca la peligrosidad que enfrentan los servidores públicos encargados de la seguridad en la entidad.
Las autoridades no han proporcionado información sobre posibles motivos del ataque ni si estaba relacionado con las funciones del comandante. Sin embargo, el modus operandi del atentado -un ataque directo y con persecución- sugiere un ataque planeado contra el oficial.
El crimen ha generado conmoción entre las filas policiales y la población civil. La Fiscalía General del Estado asumió la investigación para determinar las circunstancias exactas del ataque y identificar a los responsables.
Este suceso ocurre en un contexto donde Sinaloa registra un repunte de violencia contra servidores públicos. Expertos en seguridad señalan que este tipo de ataques buscan minar la moral de las corporaciones policiales y generar un clima de impunidad.
