El Ejército de Estados Unidos atacó ayer martes una embarcación supuestamente relacionada con el narcotráfico en aguas internacionales del Pacífico oriental frente a las costas de Colombia, en una expansión de sus operaciones para frustrar el tráfico de drogas hacia territorio norteamericano, confirmó este miércoles el secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien reportó la muerte de dos presuntos “narcoterroristas” durante el bombardeo.
El jefe del recién bautizado Departamento de Guerra detalló mediante su cuenta en X que “por orden del presidente Trump, el Departamento de Guerra realizó un ataque cinético letal contra una embarcación operada por una Organización Terrorista Designada que se dedicaba al narcotráfico en el Pacífico Oriental”. Hegseth compartió un video que muestra el momento exacto en que un proyectil alcanza la lancha, provocando una explosión y posterior incendio de la nave.

Reportes de The New York Times y la cadena CBS ubicaron específicamente el ataque en aguas del Pacífico colombiano, lo que ocurre en un contexto de creciente tensión en las relaciones bilaterales después de que el presidente Donald Trump anunciara el fin de la ayuda financiera a Colombia este fin de semana por lo que describió como inacción del país sudamericano en la lucha contra el narcotráfico. Como respuesta inmediata, el mandatario colombiano Gustavo Petro acusó a Trump de ser “grosero e ignorante con Colombia”.
Hegseth justificó la operación militar señalando que “nuestra inteligencia sabía que el buque estaba involucrado en el contrabando ilícito de narcóticos, transitaba por una ruta conocida de tránsito del narcotráfico y transportaba narcóticos”. El secretario de Guerra advirtió que “los narcoterroristas que intentan traer veneno a nuestras costas no encontrarán refugio en ningún lugar de nuestro hemisferio”, enfatizando la postura dura de la administración Trump contra las organizaciones criminales.

Este evento marca el octavo ataque conocido del Ejército estadounidense a narcolanchas y representa el primer operativo de este tipo en el océano Pacífico desde que el Pentágono iniciara una campaña antidrogas en el Caribe sur, donde ha hundido al menos siete embarcaciones que, según sus reportes oficiales, estaban vinculadas al narcotráfico, la mayoría de ellas cerca de las costas venezolanas.
El secretario Hegseth concluyó su declaración con una advertencia contundente hacia los cárteles de droga: “no habrá refugio ni perdón, solo justicia” para las organizaciones que están “librando una guerra” contra Estados Unidos. La expansión de las operaciones militares estadounidenses al Pacífico oriental representa una nueva fase en la estrategia antidrogas internacional de la administración Trump, que ha priorizado el uso de la fuerza militar contra presuntas redes de narcotráfico en aguas internacionales de América Latina.





