El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se manifestó este miércoles a favor de procesar judicialmente al magnate financiero George Soros y su hijo Alexander Soros por actividades delictivas, acusándolos de financiar “protestas violentas” contra sus políticas migratorias. A través de la red social Truth Social, Trump afirmó que “no vamos a permitir que estos lunáticos sigan destrozando a Estados Unidos”, señalando que Soros y “su grupo de psicópatas han causado un gran daño a nuestro país”. El mandatario defendió que deberían ser acusados bajo la Ley RICO, que establece penas para actos delictivos realizados por organizaciones criminales.

En respuesta a estas acusaciones, la Open Society Foundation emitió un comunicado en redes sociales negando categóricamente que apoyen o financien protestas violentas. La fundación calificó las acusaciones de “falsas” y catalogó como “indignantes” las amenazas contra la familia Soros. La organización afirmó que “defiende las libertades fundamentales garantizadas por la Constitución de Estados Unidos, incluidos los derechos a la libertad de expresión y a la protesta pacífica, que son sellos distintivos de cualquier democracia fuerte”.
Las declaraciones de Trump se enmarcan en el contexto de las teorías de conspiración circulantes en sectores de ultraderecha que atribuyen a George Soros el financiamiento y organización de protestas contra las políticas antiinmigración implementadas por la administración actual. La Ley RICO, mencionada por el presidente, es una legislación federal originalmente diseñada para combatir el crimen organizado que permite imputar cargos por actividades delictivas realizadas como parte de una empresa criminal.

La Open Society Foundation, creada por George Soros, es una organización filantrópica que apoya diversos proyectos relacionados con la democracia, los derechos humanos y la justicia social alrededor del mundo. La fundación ha sido objeto frecuente de críticas y teorías conspirativas por parte de sectores conservadores y de ultraderecha, que le atribuyen influencia en movimientos sociales y protestas. Esta no es la primera vez que Trump dirige acusaciones contra Soros, manteniendo una postura consistentemente crítica hacia el filántropo y sus actividades.