Trump impone arancel del 100% a chips importados para fomentar producción local

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de un arancel del 100% a las importaciones de chips y semiconductores, medida con la que busca forzar la fabricación de estos componentes tecnológicos estratégicos en territorio estadounidense. Durante un evento en el Despacho Oval junto a Tim Cook, CEO de Apple, el mandatario explicó que las empresas que fabriquen o se comprometan a producir estos componentes en EE.UU. estarán exentas del gravamen.

“A todos los chips y semiconductores que entren a Estados Unidos se les aplicará un arancel del 100 por ciento”, declaró Trump, enfatizando que compañías como Apple no enfrentarán estos cargos si mantienen su producción local. El anuncio se produce días después de que el presidente republicano adelantara su intención de implementar fuertes gravámenes a estos componentes tecnológicos, considerados críticos para la seguridad nacional y la competitividad económica.

Durante el acto con el ejecutivo de Apple, Trump destacó que la empresa tecnológica incrementará sus inversiones en EE.UU. hasta 600 mil millones de dólares, ampliando su capacidad de producción y generando nuevos empleos. Este compromiso corporativo permite a Apple evitar los efectos del nuevo arancel, que entrará en vigor en los próximos meses según fuentes de la administración.

La medida forma parte de una estrategia más amplia de la Casa Blanca para repatriar cadenas de suministro tecnológico consideradas estratégicas, particularmente después de las interrupciones en el comercio global durante la pandemia. Los chips y semiconductores son componentes esenciales para industrias como la electrónica de consumo, la defensa y la automotriz, sectores donde EE.UU. busca reducir su dependencia de fabricantes extranjeros, especialmente de Asia.

Analistas económicos anticipan que la decisión podría generar tensiones comerciales con países exportadores de estos componentes, como China, Taiwán y Corea del Sur, que actualmente dominan el mercado global de semiconductores. Sin embargo, la administración Trump argumenta que la medida es necesaria para garantizar la seguridad de las cadenas de suministro y proteger empleos estadounidenses en el sector tecnológico.

El anuncio se produce en un contexto electoral donde Trump ha enfatizado su agenda de “América Primero”, prometiendo revitalizar la manufactura nacional. Durante su intervención, el presidente aseguró que esta política arancelaria creará “millones de empleos bien pagados” y fortalecerá la posición tecnológica de EE.UU. frente a competidores globales.

Mientras tanto, ejecutivos de la industria tecnológica han comenzado a evaluar el impacto potencial de estos aranceles en sus operaciones y cadenas de suministro. La exención otorgada a Apple podría sentar un precedente para otras compañías dispuestas a trasladar parte de su producción a suelo estadounidense, aunque expertos advierten sobre posibles incrementos en los costos de dispositivos electrónicos en el corto plazo.

La implementación de estos aranceles estará a cargo del Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de EE.UU., que deberán establecer los mecanismos para verificar el origen de los componentes y aplicar las exenciones correspondientes. La medida marca un nuevo capítulo en la política comercial agresiva que ha caracterizado a la administración Trump desde 2017.

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Filiberto Cruz

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