El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva que permite al Departamento de Defensa utilizar también la denominación “Departamento de Guerra”, nombre que esta institución militar mantuvo históricamente entre 1789 y 1947. Según confirmaron varios medios internacionales, la medida establece que “Departamento de Guerra” será un título secundario que podrá emplearse en correspondencia oficial y comunicaciones públicas, reviviendo así la nomenclatura original de la principal agencia militar estadounidense.
“Creo que es un nombre más apropiado, especialmente a la luz de la situación del mundo. Tenemos el Ejército más fuerte del mundo”, declaró Trump durante la firma de la orden ejecutiva en la Casa Blanca. De acuerdo con información de Fox News y la BBC, la orden permitirá que el actual secretario de Defensa, Pete Hegseth, pueda ser referido también como “secretario de Guerra” en contextos oficiales, aunque la denominación principal seguirá siendo Departamento de Defensa.

Según el texto de la orden ejecutiva, recogido por la cadena británica BBC, la justificación para este cambio radica en que “el nombre ‘Departamento de Guerra’ transmite un mensaje más fuerte de preparación y determinación en comparación con ‘Departamento de Defensa’, que solo enfatiza capacidades defensivas”. Esta modificación se enmarca en la visión del presidente Trump sobre el reposicionamiento de Estados Unidos en el escenario global y el reforzamiento de su imagen de fortaleza militar.
El Departamento de Guerra fue el nombre original de esta institución desde su creación en 1789, manteniéndose durante 158 años hasta que el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Seguridad Nacional de 1947. Esta legislación, promulgada después de la Segunda Guerra Mundial y al inicio de la Guerra Fría, reorganizó completamente las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, unificando el Ejército, la Armada y la recién creada Fuerza Aérea bajo el mando del nuevo Departamento de Defensa.
La decisión de Trump representa un regreso simbólico a la terminología militar histórica de Estados Unidos, aunque no modifica la estructura orgánica ni las funciones actuales del Departamento de Defensa. La implementación de títulos secundarios permite mantener la nomenclatura legal establecida mientras se introduce una alternativa nominal que, según la administración, refleja mejor la postura estratégica actual del país.
Expertos en política defense que han analizado la medida señalan que el cambio tiene principalmente un carácter simbólico y comunicacional, más que operativo. Sin embargo, reconocen que el lenguaje utilizado en las instituciones gubernamentales puede influir en la percepción tanto doméstica como internacional de las capacidades y intenciones de un país en materia de defensa y seguridad nacional.
La orden ejecutiva firmada por Trump forma parte de una serie de iniciativas que su administración ha emprendido para reafirmar lo que describe como una postura de fortaleza y determinación en la política exterior y de defensa. Esta medida se produce en un contexto global complejo, con múltiples conflictos activos y tensiones geopolíticas que han llevado a Estados Unidos a reevaluar su posicionamiento estratégico en diversas regiones del mundo.
La reactivación de la denominación “Departamento de Guerra” como título secundario no requiere aprobación del Congreso, ya que se implementa mediante una orden ejecutiva que afecta principalmente al uso administrativo interno y la comunicación gubernamental. No obstante, analistas políticos anticipan que podría generar debate sobre el mensaje que Estados Unidos proyecta al mundo en un momento de particular sensibilidad en las relaciones internacionales.
La medida ha sido recibida con diversas reacciones, desde quienes la consideran un necesario reflejo de la realidad geopolítica actual hasta quienes ven en ella un retroceso terminológico que podría enviar señales contradictorias sobre los objetivos y valores de la política exterior estadounidense. El impacto práctico de este cambio nominal en las operaciones diarias del Departamento de Defensa remains por observarse, aunque inicialmente se anticipa que será mínimo en términos funcionales.