El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concluyó este jueves su visita de Estado a Reino Unido con declaraciones críticas hacia el presidente ruso Vladimir Putin, a quien acusó de prolongar la guerra en Ucrania pese a sus intentos de mediación. En rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico Keir Starmer, realizada en la residencia campestre de Chequers, el mandatario estadounidense dijo sentirse “realmente decepcionado” con Putin, a quien consideraba cercano.
Trump afirmó que creía que el conflicto en Ucrania sería “el más fácil de resolver” gracias a su relación con el líder ruso, pero admitió que esa expectativa no se ha cumplido. Asimismo, llamó a los países europeos a dejar de comprar petróleo ruso, argumentando que una caída en su precio obligaría a Moscú a retirarse de la guerra.
Por su parte, Starmer coincidió en la necesidad de incrementar la presión internacional sobre Rusia. “Debemos ejercer una presión adicional sobre Putin. Solo cuando el presidente Trump ejerció presión sobre Putin, este mostró realmente cierta disposición a actuar”, señaló el jefe de gobierno británico.

Desacuerdo sobre Palestina
En la misma conferencia, Trump y Starmer abordaron el tema del reconocimiento del Estado de Palestina, un asunto en el que marcaron distancia. Starmer reiteró su intención de avanzar en dicho reconocimiento, lo que podría ocurrir en breve, antes de las sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Trump declaró estar en desacuerdo con esa decisión, aunque subrayó que se trataba de uno de sus pocos diferendos con el primer ministro británico. Starmer, por su parte, destacó que la situación en Gaza era “intolerable” y que su postura buscaba abrir una vía diplomática distinta.
Inmigración y seguridad
La inmigración fue otro de los puntos tratados. Trump comparó la situación de Reino Unido con la de Estados Unidos, advirtiendo que la migración irregular “destruye los países desde dentro” y sugiriendo que deben emplearse todos los medios disponibles para contenerla, incluso el uso del ejército.
En Reino Unido, más de 31 mil migrantes han llegado en embarcaciones a sus costas desde inicios del año, una cifra récord. Starmer señaló que planea intensificar las expulsiones en el marco del acuerdo alcanzado recientemente con Francia, tras la deportación de un ciudadano indio.
Acuerdo tecnológico histórico
Uno de los principales resultados de la visita fue la firma de un acuerdo tecnológico entre Estados Unidos y Reino Unido. Durante la ceremonia, Trump elogió el “vínculo inquebrantable” entre ambos países, mientras que Starmer calificó el paquete de inversión como “el mayor de la historia del Reino Unido”.
El acuerdo contempla compromisos de gigantes estadounidenses como Microsoft, Google y Blackstone, que anunciaron inversiones por 205 mil millones de dólares en territorio británico. A ello se suma la farmacéutica GSK, que invertirá 30 mil millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cinco años.
Trump destacó que este tipo de acuerdos refuerza la cooperación económica bilateral, especialmente entre dos socios estratégicos de la OTAN.
Despedida con honores
La visita de Trump incluyó actos protocolarios como la recepción en el castillo de Windsor por parte del rey Carlos III, a quien calificó de “gran rey” y “gran caballero”. Tras tres días de actividades, Trump y la primera dama, Melania Trump, partieron desde el aeropuerto de Stansted rumbo a Estados Unidos a bordo del Air Force One.

Sin embargo, no todo fue favorable. El primer ministro Starmer esperaba obtener una exención del 25 % de aranceles al acero británico, promesa hecha en mayo, pero la negociación no logró concretarse durante la visita.