El gobernador Greg Abbott informó este martes que al menos 161 personas permanecen desaparecidas tras las catastróficas inundaciones que afectan el estado, particularmente la región de Hill Country. Las autoridades confirmaron 109 fallecidos hasta la tarde del martes, en lo que se perfila como una de las peores tragedias climáticas en la historia reciente de Texas.
La zona de Hill Country, conocida por sus paisajes rurales y comunidades dispersas, se ha convertido en el epicentro de esta crisis humanitaria. Equipos de rescate trabajan contra reloj para localizar a los desaparecidos, muchos de los cuales se alojaban en áreas remotas cuando ocurrieron las inundaciones repentinas causadas por el desbordamiento del río Guadalupe.
El gobernador Abbott declaró estado de emergencia en 47 condados y solicitó asistencia federal, mientras las lluvias continúan complicando las labores de búsqueda. “Estamos enfrentando una situación sin precedentes. Cada recurso disponible está siendo movilizado”, afirmó el mandatario estatal en conferencia de prensa.
Solidaridad internacional
En medio de la tragedia, surgió un gesto de cooperación internacional cuando la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum anunció el envío de equipos de rescate a través del Consulado de México en San Antonio. La medida fue destacada por la actriz Viola Davis, quien a través de sus redes sociales reconoció el liderazgo de Sheinbaum.
“Después de todo el odio, después de todas las políticas antimigrantes, ella todavía ayudó. Eso es liderazgo”, escribió la ganadora del Óscar, conocida por su activismo social. El mensaje de Davis generó amplia repercusión en medios internacionales, poniendo el foco en la paradójica relación entre Texas y México en momentos de crisis.

Las autoridades enfrentan múltiples desafíos en las operaciones de búsqueda, incluyendo carreteras destruidas, puentes colapsados y áreas incomunicadas. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que nuevas lluvias podrían agravar la situación en los próximos días, particularmente en las cuencas de los ríos Guadalupe y Brazos.
Centros comunitarios y escuelas en Austin, San Antonio y otras ciudades han sido habilitados como refugios temporales para los damnificados. Organizaciones como la Cruz Roja y FEMA coordinan la distribución de ayuda humanitaria mientras continúa el recuento de víctimas y daños materiales.