El Super Bowl no es solo un evento deportivo; es un fenómeno cultural y una plataforma de tendencias que impacta a industrias más allá del fútbol americano. Dentro de este espectáculo global, la moda ha tomado un papel protagónico, convirtiéndose en un desfile de estilo que capta la atención de diseñadores, marcas de lujo, influencers …