*Los fiscales acusan que, bajo la fachada de una congregación religiosa, la iglesia es en realidad una empresa criminal dedicada al tráfico sexual, la pornografía infantil, el contrabando de recursos, la extorsión, el enriquecimiento lícito, la obstrucción de la justicia, entre otros delitos. Por: Arturo Angel Durante casi cien años y tres generaciones, la organización …