La presidenta Claudia Sheinbaum se refirió este miércoles a la polémica generada por las vacaciones del diputado Ricardo Monreal en Madrid, España, destacando que en el movimiento de la Cuarta Transformación “el poder se ejerce con humildad” y que finalmente “quien nos evalúa es el pueblo”. Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria evitó criticar directamente el viaje del legislador morenista, pero enfatizó los principios de austeridad que rigen a su partido.
Monreal, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, había sido captado en un exclusivo restaurante madrileño durante el receso legislativo, lo que generó cuestionamientos por contraste con la política de sencillez que pregona el partido oficialista. El diputado defendió su viaje a través de un video, explicando que celebró sus 40 años de matrimonio con recursos propios y en un periodo sin responsabilidades parlamentarias. “Tenemos derecho a pasear unos días con nuestros propios recursos”, afirmó el legislador.
La presidenta Sheinbaum recordó su postura al señalar: “Claro que cada quien tiene derecho a vacacionar, y más como explicó él, con sus propios recursos. Pero para todas y todos nosotros representamos un movimiento”. Sus declaraciones mantuvieron un tono conciliador pero reafirmaron la línea ideológica del partido, donde la imagen pública de los funcionarios está sujeta al escrutinio ciudadano.
El tema generó reacciones al interior de Morena, donde figuras como Gerardo Fernández Noroña salieron en defensa de Monreal. El senador argumentó que los cargos públicos son “inhumanos” por el desgaste que implican, aunque reconoció la necesidad de mantener coherencia con los principios partidistas. La polémica ocurre en un contexto donde la oposición ha cuestionado recurrentemente el estilo de vida de algunos funcionarios morenistas, contrastándolo con su discurso de austeridad republicana.
Mientras tanto, Monreal continúa su agenda política tras regresar de Europa, donde además de su viaje personal había enviado una justificación formal para ausentarse del Consejo Nacional de Morena celebrado el pasado 20 de julio, alegando “compromisos familiares”. El incidente reaviva el debate sobre los límites entre la vida privada y pública de los funcionarios, especialmente aquellos que promueven políticas de contención del gasto.
