La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este lunes que su gobierno “no encubrirá a nadie” vinculado con actos de corrupción o crimen organizado, al ser cuestionada sobre las acusaciones contra el senador Adán Augusto López Hernández, coordinador de Morena en el Senado, por su posible responsabilidad en el caso de su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, prófugo de la justicia y acusado de liderar el grupo criminal “La Barredora”.
Durante su conferencia matutina, la mandataria pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) actuar con base en pruebas y evitó defender directamente a López Hernández, aunque advirtió sobre los riesgos del “linchamiento mediático” sin fundamentos jurídicos.
Sheinbaum aclaró que en sus reuniones semanales con coordinadores legislativos de Morena solo se abordan temas parlamentarios, no casos particulares. “Si hay indicios de vínculos con la delincuencia, debe actuar la Fiscalía… pero no respondemos a linchamientos en redes”, declaró, tras recordar que el propio López Hernández se ha declarado dispuesto a comparecer ante autoridades si es requerido.
La presidenta marcó distancia entre este caso y el de Genaro García Luna, exsecretario de Calderón condenado en EE.UU., destacando que en México ya existe una orden de aprehensión contra Bermúdez.
El mensaje de Sheinbaum refleja el dilema político que enfrenta Morena: equilibrar su discurso de “cero corrupción” con la lealtad hacia una figura clave del partido. Mientras la oposición exige que López Hernández rinda cuentas por haber designado a Bermúdez —acusado de tráfico de drogas y lavado de dinero—, la bancada morenista insiste en que se trata de una campaña de desprestigio.
