La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la mañana de este miércoles el anuncio de Washington de revocar la aprobación de 13 rutas de aerolíneas mexicanas a Estados Unidos y cancelar vuelos combinados de pasajeros y carga. La primera mandataria pidió “respeto” al gobierno de Donald Trump y anunció que solicitará una reunión de su canciller, Juan Ramón de la Fuente, con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para revisar los fundamentos de lo que calificó como “acciones unilaterales” por parte del Departamento de Transporte de Estados Unidos.
Durante su declaración, la titular del Ejecutivo cuestionó específicamente la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) de impedir nuevos vuelos desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia el país vecino, al considerar que los argumentos presentados por la autoridad estadounidense “no tienen fundamento” y podrían responder a “intereses políticos o empresariales” más que a consideraciones técnicas o de reciprocidad aérea entre ambas naciones.

Sheinbaum explicó detalladamente que el DOT basó su decisión en dos puntos principales: un decreto presidencial mexicano que trasladó las operaciones de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al AIFA, y la redistribución de horarios de vuelo o slots en el AICM. La mandataria aseguró que ambos temas “ya fueron respondidos con toda prontitud” por el gobierno mexicano a través de los canales diplomáticos correspondientes, proporcionando toda la información solicitada y aclarando cualquier inquietud sobre el cumplimiento de los acuerdos bilaterales de aviación.
La presidenta enfatizó la importancia del diálogo bilateral para resolver este tipo de discrepancias, señalando que México ha actuado en todo momento dentro del marco establecido en los tratados internacionales y mostrando disposición para abordar cualquier preocupación legítima de las autoridades estadounidenses. Subrayó que las medidas anunciadas por el DOT afectan no solo a las aerolíneas mexicanas, sino también a los pasajeros de ambos países y a las relaciones económicas y comerciales entre México y Estados Unidos.

El anuncio de la reunión entre el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado Marco Rubio representa el siguiente paso en la estrategia diplomática del gobierno mexicano para resolver esta controversia, buscando restablecer el pleno funcionamiento de los servicios aéreos entre ambas naciones y garantizar que las decisiones en materia de aviación se tomen con base en criterios técnicos y de reciprocidad, respetando la soberanía de cada país y los acuerdos bilaterales vigentes en la materia. La presidenta Sheinbaum concluyó reafirmando el compromiso de su gobierno con el diálogo constructivo y la solución mutuamente beneficiosa de las diferencias con Estados Unidos.





