La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó las afirmaciones del diario The Wall Street Journal sobre que el acuerdo de seguridad entre México y Estados Unidos estaría en riesgo por la operación de cárteles de droga en territorio mexicano. Durante su conferencia matutina, la mandataria aseguró que el documento está “prácticamente listo” pero aún no tiene fecha de firma, contradiciendo sus declaraciones de la semana pasada cuando anticipó que se firmaría “en la siguiente semana”.

El artículo del medio estadounidense, titulado “Cárteles de la droga complican el acuerdo de Sheinbaum con Trump”, vinculó la demora con la reciente fuga de Zhi Dong Zhang, presunto operador del Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa. Sheinbaum desmintió categóricamente estas versiones: “No sé de dónde saca The Wall Street Journal sus fuentes, pero no están bien”. La presidenta enfatizó que el acuerdo se basa en cuatro ejes: respeto a la soberanía, territorialidad, confianza mutua y cooperación bilateral.
Aunque el jueves 31 de julio Sheinbaum había anunciado tras una llamada con el presidente Donald Trump que el acuerdo se firmaría pronto, este martes ajustó su postura: “Esta semana está listo, pero no para firmar porque va y viene allá y acá”. La mandataria explicó que aunque el texto está redactado, se deben definir los detalles logísticos de la firma. El acuerdo había ganado urgencia después de que Trump amenazara con imponer aranceles del 30% a productos mexicanos, medida que finalmente pospuso 90 días tras las negociaciones.
Sheinbaum también confirmó que sigue pendiente la visita a México del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aunque no precisó cuándo ocurrirá. “Quedó pendiente cuándo se haría, pero él tiene interés todavía en venir”, señaló. Analistas políticos interpretan que estos ajustes en el calendario reflejan la complejidad de las negociaciones bilaterales, especialmente en temas sensibles como la intervención de fuerzas estadounidenses en territorio mexicano.
El reportaje cuestionado por Sheinbaum destacaba que incidentes como la fuga de Zhang —quien escapó de un arresto domiciliario vigilado por la Guardia Nacional— han generado escepticismo en Washington sobre la capacidad de México para combatir a los cárteles. Sin embargo, la presidenta insistió en que la colaboración entre ambos países continúa “de manera permanente”, citando operativos recientes como el desmantelamiento de 1,000 laboratorios de drogas sintéticas y la extradición de 29 líderes criminales a EU.
Mientras tanto, el Departamento de Estado estadounidense publicó un informe que alerta sobre la venta de medicamentos adulterados por parte del crimen organizado en farmacias ilegales mexicanas, otro tema que podría influir en las negociaciones. Sheinbaum no se refirió directamente a este documento durante su conferencia, pero reiteró que su gobierno mantiene una política de “paz con justicia” para reducir la violencia.
Con el plazo de 90 días para evitar los aranceles ya en marcha, el equipo negociador mexicano trabaja en consolidar los últimos detalles del acuerdo. Fuentes gubernamentales sugieren que la firma podría ocurrir en septiembre, posiblemente durante una visita bilateral que aún se coordina. Para Sheinbaum, este pacto representa no solo un compromiso de seguridad, sino también una oportunidad para demostrar que su administración puede manejar relaciones complejas con EU sin ceder soberanía.
Mientras tanto, el caso de Zhang sigue bajo investigación, y las autoridades no han descartado que haya salido del país. Su captura se ha convertido en un símbolo de los desafíos que enfrenta México en su lucha contra el narcotráfico, justo cuando busca cerrar un acuerdo que definirá la cooperación con su principal socio comercial y de seguridad.