La madrugada del jueves fueron localizados los cadáveres de Humberto Becerril, exrector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala, y de otro hombre identificado como César, en una casa abandonada del municipio de Santa Cruz, Tlaxcala, luego de que un comando armado los secuestrara la tarde del miércoles desde el domicilio del académico en Belén Atzizimititlán.
Los cuerpos presentaban signos de violencia y estaban amordazados cuando fueron descubiertos, según confirmaron autoridades estatales. El hecho ha generado indignación y conmoción en la población ante la creciente ola de inseguridad y violencia que vive Tlaxcala en los últimos cuatro años.
El secuestro ocurrió cuando un grupo armado irrumpió en el domicilio del exrector Humberto Becerril en Belén Atzizimititlán y se lo llevó junto con César, además de apropiarse de pertenencias y tres automóviles. Familiares de las víctimas reconocieron al exrector en el lugar donde fueron hallados los cuerpos y denunciaron que acudieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado para reportar el secuestro, pero les informaron que debían esperar 72 horas antes de que se pudiera iniciar una investigación formal, según su testimonio.
La zona donde se localizaron los cadáveres fue acordonada por elementos de la Guardia Nacional, policía estatal y municipal, quienes aseguraron el perímetro para permitir el trabajo de los peritos. Personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado realizó el levantamiento de los cuerpos con los protocolos correspondientes y abrió una carpeta de investigación para esclarecer estos hechos violentos que han conmocionado a la comunidad académica y a la población en general del estado de Tlaxcala.
El segundo hombre encontrado en el mismo lugar que el exrector, identificado preliminarmente como César, aún no ha sido plenamente identificado por las autoridades, quienes trabajan para establecer su identidad completa y notificar a sus familiares. La simultaneidad de ambos crímenes y las circunstancias similares en que fueron encontrados los cuerpos sugieren que se trató de una acción coordinada por el mismo grupo delictivo, aunque la Fiscalía no ha confirmado oficialmente esta hipótesis.
Este violento episodio se enmarca en un contexto de incremento de la inseguridad en Tlaxcala durante los últimos cuatro años, donde sucesos similares han generado alarma social y cuestionamientos sobre la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La población ha expresado su preocupación ante lo que perciben como una escalada de la violencia criminal en la entidad, particularmente hacia figuras públicas y profesionales como el exrector universitario.
Las investigaciones continúan en curso mientras las autoridades recaban evidencias, testimonios y revisan las grabaciones de videovigilancia de la zona donde ocurrió el secuestro y donde fueron hallados los cuerpos. La Fiscalía General de Justicia del Estado mantiene un operativo para localizar a los responsables de este doble homicidio que ha impactado profundamente a la comunidad tlaxcalteca y que representa uno de los casos más graves de violencia registrados recientemente en contra de académicos en la región.
