Judith Alejandra Rivas Ruiz, una bebé de apenas un mes de edad, fue sustraída del Hospital Materno Infantil de Durango la tarde del jueves 23 de octubre alrededor de las 17:00 horas, lo que generó la inmediata activación de la Alerta Amber con la ficha de búsqueda 003/2025 y el despliegue de un operativo policial especial en las inmediaciones del nosocomio y otras zonas de la ciudad.
La menor, que nació de manera prematura a los ocho meses de gestación, permanecía internada desde su nacimiento debido a su delicado estado de salud, requiriendo medicamentos especializados para el desarrollo de sus órganos, particularmente el hígado, según informaron sus familiares, quienes expresaron profunda preocupación por la condición médica de la recién nacida al encontrarse fuera del entorno hospitalario sin acceso a su tratamiento esencial.

Cámaras de videovigilancia del hospital captaron el momento en que una mujer de tez blanca y cabello negro, con el rostro parcialmente cubierto por un cubrebocas y vistiendo un uniforme médico azul, sustrajo a la bebé de las instalaciones del centro hospitalario, proporcionando a las autoridades el primer indicio visual significativo para la investigación del caso que ha conmocionado a la comunidad duranguense.

El abuelo de la menor manifestó su indignación ante los hechos: “A mí me entregan a mi hija porque me la entregan, yo la neta porque los vigilantes son los responsables y las doctoras, eso si les digo (…) y yo me voy sobre las enfermeras, quien la estaba cuidando en la mañana, en la tarde y el cambio de horario, nomás, y porque no tenía por qué perderse una plebe, eso sí les digo nomás, y a ver cómo le hacemos”, reclamó el familiar visiblemente afectado por la desaparición de su nieta.

Teresa, abuela de la víctima, expresó su angustia por la condición médica de la bebé: “¿Por qué te la llevaste? Es una bebé que necesita su tratamiento, es una bebé que si no tiene su tratamiento va a estar mal”, destacando la urgencia de localizar a la recién nacida para garantizar la continuidad de su atención médica especializada que resulta vital para su supervivencia y desarrollo.
Familiares de Judith Alejandra señalaron que no tienen sospechas concretas sobre algún responsable en particular, pero manifestaron temor de que la menor pueda estar en manos de una organización criminal, posiblemente actuando en complicidad con personal del hospital, lo que añade una dimensión adicional de preocupación a la investigación que llevan a cabo las autoridades ministeriales.

Adrián Rivas, otro familiar de la bebé, advirtió: “Pues que me la entreguen y que no hagan la malhora porque saben que, la neta, le pasa algo a mi hija y con el que se la lleve yo me desquito, porque mi hija no está sola, conmigo que no le jueguen al cochi por mañosos, si esa persona que se la llevó, nomás que me diga quien es y verá… no es porque yo tenga miedo que amenace, no amenazo, esa gente, ¿pues qué anda haciendo oiga?”, reflejando la desesperación y frustración de la familia ante la sustracción de la recién nacida.

Hasta el momento, ninguna autoridad estatal o federal ha emitido información oficial detallada sobre los avances concretos en la investigación, manteniendo en incertidumbre a los familiares de la bebé que exigen respuestas y acciones contundentes para localizar a Judith Alejandra en el menor tiempo posible, considerando su frágil estado de salud.
Las autoridades han solicitado formalmente la colaboración ciudadana para proporcionar cualquier información, por mínima que parezca, que pueda llevar al paradero de Judith Alejandra Rivas Ruiz, mientras continúan las labores de búsqueda tanto dentro de la ciudad de Durango como en regiones colindantes, con especial atención en puntos de acceso carretero y terminales de transporte que podrían haber sido utilizados para trasladar a la menor fuera de la entidad.





