El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud pronunció la palabra pandemia junto al nombre de la enfermedad COVID-19. Cinco años después se puede reconocer que fue un hecho que modificó la historia mundial en múltiples aspectos, ¿qué ocurrió desde que se reconoció como pandemia la enfermedad que sacudió y paralizó al mundo?
El inicio de la pandemia
“Estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por lo tanto, hemos evaluado que COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia”, fue lo que el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, dijo cuando anunciaron al mundo que la amenaza por COVID-19 se había vuelto una preocupación global.
Para cuando la organización dictaminó la emergencia sanitaria como pandemia, ya había al menos 4 mil fallecimientos a causa del COVID-19 que pusieron en alerta a los gobiernos. Los primeros casos aparecieron en Wuhan, China, durante los últimos meses del 2019 y se propagaron por todo el mundo rápidamente. En febrero del 2020 se detectó el primer caso de COVID-19 en México; se trataba de un hombre que había viajado a Italia.

Retos globales
La vida cotidiana de millones de personas tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones: se aplicaron los programas de sana distancia, se sanitizaron espacios públicos, se trasladaron algunos empleos a modalidad virtual y los alumnos tomaron clases en línea. Inició la era Zoom de las reuniones sociales, se vaciaron las calles y los niveles de contaminación del aire descendieron.
Sin embargo, también puso en evidencia las carencias de los sistemas sanitarios que no se dieron abasto e incluso colapsaron ante la exigencia de atención hospitalaria. Los miembros del personal sanitario, además de también resentir la pandemia con infecciones y fallecimientos, trabajaron para atender a miles de enfermos en México y el mundo.
Durante la pandemia, en México se contagiaron 7 millones 633 mil 355 personas y 334 mil 334 mil 336 fallecieron según cifras del CONACYT.
La vacuna del COVID-19 fue un alivio para muchos países, incluyendo México. Después de la aprobación de la FDA para la primera vacuna, hecha por Pfizer, inició el primer paso para la inmunización global. Después de este laboratorio muchas otras aparecieron para dar abasto a la demanda de una población mundial que estaba ansiosa por pasar de página.
A la par, otra pandemia afectó a las poblaciones: la desinformación imperó desde el inicio hasta después de terminar la emergencia sanitaria.

Mientras que en los hospitales el COVID-19 cobraba vidas, en internet se difundían datos erróneos que propiciaron ambientes de desconfianza hacia los gobiernos y las medidas de seguridad. Desde el rechazo al uso del cubrebocas, el surgimiento de teorías conspirativas sobre todo en torno al origen de la enfermedad y la seguridad de las vacunas, hasta la politización de la pandemia. Todo esto dificultó el manejo de la enfermedad y aumentó las tensiones sociales.
Las implicaciones de la enfermedad en el tejido social fueron una de las consecuencias más allá de las sanitarias que los países tuvieron que enfrentar. Otra, fueron las implicaciones económicas: cientos de negocios cerraron y empleos fueron perdidos. Incluso se analizaron efectos en materia de violencia de género, con mujeres que quedaron encerradas durante la cuarentena con sus agresores.
En 2023 la OMS determinó que la pandemia había terminado. Los datos que la OMS ha reportado ascienden a más de 700 millones de contagios y más de 20 millones de fallecimientos, con Turkmenistán como el único país que no reportó contagios.
La pandemia fue un trago amargo en la historia mundial, sin embargo, también dio lecciones importantes para el mundo como la importancia en la inversión de desarrollo científico, la fragilidad de la información en internet, la importancia de la salud mental, entre muchas otras.
La OMS ha afirmado reiteradas veces que la amenaza de una nueva pandemia sigue latente y que, para el futuro, los países deben prepararse. Durante diciembre del año pasado la OMS aseguró que el mundo estaba “muy mal preparado para la próxima pandemia” por lo que instó a las naciones a construir sistemas de salud pública lo suficientemente fuertes para detectar y prevenir brotes pandémicos como lo fue la pandemia de COVID-19 hace 5 años.
Foto de portada: Anna Shvets via Pexels
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