Los diputados Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara por Morena, y Diana Karina Barreras, del PT, enfrentan un creciente escándalo tras revelarse que asistieron a una exclusiva fiesta durante el Gran Premio de México de Fórmula 1 en 2024, con boletos valorados en 340 mil pesos, y que poseen bienes de lujo no declarados por aproximadamente 4.7 millones de pesos. El Club 51, organizador del evento, confirmó que obsequió cortesías a los legisladores antes de borrar sus declaraciones y cerrar su cuenta en X (antes Twitter).
La polémica surgió cuando medios documentaron que la pareja ha exhibido en redes sociales relojes Cartier y Hublot, joyería Tiffany, bolsos de diseñador y obras de arte, ninguno de los cuales aparece en sus declaraciones patrimoniales públicas. Esto violaría la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que obliga a los servidores públicos a reportar y entregar obsequios que reciban. El Club 51 inicialmente defendió su invitación, explicando que ofreció “dos cortesías” a Gutiérrez Luna como parte de su programa para personalidades, pero eliminó el tuit horas después ante la oleada de críticas.
Barreras respondió en un video que las acusaciones son una campaña de desprestigio, asegurando que sus pertenencias “no cuestan tanto” como se afirma. “El poder se ejerce con humildad”, declaró sin mencionar a su esposo ni los boletos para la F1. Sin embargo, no presentó documentación que respalde el origen legal de sus bienes. Expertos en transparencia consultados señalan que, de comprobarse la omisión, los diputados podrían enfrentar sanciones administrativas y hasta penales por incumplir con sus obligaciones de declaración patrimonial.
El caso ha reavivado el debate sobre los estándares éticos de los funcionarios de la llamada Cuarta Transformación, que prometió erradicar los privilegios de la clase política. Organizaciones civiles exigen que la Secretaría Anticorrupción investigue cómo los legisladores, cuyos salarios mensuales rondan los 150 mil pesos brutos, adquirieron artículos de tan alto valor. Además, cuestionan por qué aceptaron invitaciones a eventos exclusivos que superan sus ingresos mensuales.
La pareja no ha aclarado públicamente si declararon los boletos como obsequio ante el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, como exige la ley. Tampoco han explicado las inconsistencias entre sus declaraciones patrimoniales y los bienes exhibidos. El escándalo ocurre en un contexto donde otros funcionarios de Morena han enfrentado cuestionamientos similares por presuntas omisiones en sus declaraciones o aceptación de regalos costosos.
Hasta el momento, ni el presidente de la Cámara de Diputados, ni los partidos Morena y Partido del Trabajo han fijado postura institucional respecto al tema.
