El presidente ruso Vladimir Putin está decidido a continuar la guerra en Ucrania hasta que Occidente acepte sus condiciones de paz, según revelaron tres fuentes cercanas al Kremlin. Pese a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de imponer duras sanciones y aranceles, Putin considera que la economía y el ejército rusos pueden resistir cualquier presión adicional.
Las fuentes consultadas indicaron que las demandas de Putin incluyen una garantía legal de que la OTAN no se expandirá hacia el este, la neutralidad de Ucrania, límites a sus fuerzas armadas y el reconocimiento de las anexiones territoriales rusas. “Putin cree que nadie se ha involucrado seriamente con él en los detalles de la paz”, explicó una de las fuentes bajo anonimato.
El líder ruso habría descartado el reciente llamado de Trump a un alto el fuego incondicional, que fue rápidamente aceptado por Ucrania. En cambio, las fuerzas rusas han intensificado sus ataques con drones contra ciudades ucranianas mientras avanzan en el terreno, habiendo ganado aproximadamente 1,415 km² en los últimos tres meses.
Trump ha respondido con amenazas de imponer aranceles del 100% a productos rusos y sanciones secundarias a países como China e India por comprar petróleo ruso. Sin embargo, las fuentes del Kremlin sugieren que Putin considera estos riesgos manejables: “Rusia actuará basándose en la debilidad de Ucrania”, afirmó una tercera fuente.

La Casa Blanca, por su parte, ha culpado al expresidente Joe Biden por el inicio del conflicto y ha retirado su apoyo al ingreso de Ucrania a la OTAN, en un marcado contraste con la administración anterior. Trump ha mantenido al menos seis llamadas telefónicas con Putin desde que asumió el cargo en enero, buscando un acercamiento que hasta ahora no ha dado frutos concretos.
Con Rusia controlando cerca del 20% del territorio ucraniano, incluyendo Crimea y partes de cuatro regiones orientales, las fuentes advierten que Putin podría ampliar sus ambiciones territoriales si percibe debilidad en las defensas ucranianas. Mientras tanto, la economía rusa ha mostrado una resiliencia inesperada, con un crecimiento del 4.3% en 2024 pese a las sanciones occidentales.
El conflicto, que ya ha causado 1.2 millones de bajas según estimaciones estadounidenses, parece encaminado a prolongarse. “Es probable una escalada en los próximos meses”, vaticinó una de las fuentes, subrayando los peligros de la creciente tensión entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.