El operativo policial contra la banda Comando Vermelho realizada el martes en Río de Janeiro, considerado el más letal en la historia de la ciudad brasileña, dejó 132 muertos según informó la Defensoría Pública, aunque el gobierno regional solo ha confirmado 119 víctimas fatales. La Defensoría Pública, institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita, elevó sustancialmente la cifra de fallecidos –que inicialmente era de 64– después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza pública de la comunidad.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos principales de la operación policial, y están presentes en los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres, según detalló un comunicado oficial de la institución. Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista” en la historia reciente de la ciudad.

El gobierno regional, por su parte, presentó este miércoles un balance oficial de fallecidos que incluye a cuatro agentes policiales y 115 supuestos miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil. El secretario de la Policía Civil de Río, Felipe Curi, afirmó durante una rueda de prensa que solo fueron abatidos los sospechosos que “optaron por el enfrentamiento” con los policías y que aquellos que se entregaron fueron llevados a la comisaría para procesamiento legal. “Fue una acción legítima del estado para cumplir órdenes de prisión”, defendió el funcionario, ante las crecientes críticas recibidas por la alta mortalidad registrada durante el operativo.
Curi detalló en su informe que el martes se recuperaron 58 cadáveres y este miércoles otros 61 cuerpos, aunque los periodistas presentes en el lugar contabilizaron un número superior de víctimas mortales. En el momento de realizarse la rueda de prensa oficial, todavía había cadáveres sin recoger en la favela de Penha que, por no haber sido trasladados a la morgue, aún no habían sido contabilizados en el balance oficial proporcionado por las autoridades regionales, explicando así la discrepancia en las cifras reportadas.

Además de las víctimas fatales, durante la operación fueron arrestados 113 sospechosos y se decomisaron 119 armas de fuego y 14 artefactos explosivos en los dos complejos de favelas intervenidos: la Penha y el Alemão. Los miembros de la banda criminal respondieron ayer a la operación policial con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que llevó a interrupciones en el tránsito de un centenar de líneas de autobuses urbanos y al cierre preventivo de decenas de escuelas y centros de salud en la región afectada por la violencia.
Este miércoles, la ciudad amaneció sin nuevos bloqueos viales después de la jornada de caos registrada el día anterior, si bien la mayoría de comercios y escuelas de los barrios afectados se mantienen cerrados por precaución mientras continúan las operaciones de limpieza y verificación en la zona. La magnitud del operativo y el número de víctimas lo convierten en el enfrentamiento más mortífero en la historia de Río de Janeiro, superando todos los registros anteriores de acciones policiales contra el crimen organizado en la ciudad, según consta en los archivos oficiales de la secretaría de seguridad pública del estado.





