El gobierno de Oaxaca y comunidades zapotecas han alzado la voz contra Adidas y el diseñador Willy Chavarría por el lanzamiento del modelo “Oaxaca Slip-On”, una sandalia que según autoridades locales replica sin autorización los diseños tradicionales de los huaraches artesanales de Villa Hidalgo Yalalag. El gobernador Salomón Jara Cruz exigió a la empresa alemana retirar el producto, reconocer a los creadores originales y establecer diálogo con la comunidad afectada.
El diseño, promocionado como colaboración entre Adidas Originals y Chavarría, presenta un talón abierto, suela gruesa y cuero trenzado que las autoridades oaxaqueñas identifican como copia directa de los huaraches ancestrales fabricados manualmente por generaciones en la región zapoteca. Aunque el producto no está aún disponible al público, imágenes difundidas en redes sociales desataron la polémica.
Adidas México defendió el diseño como un “homenaje inspirado en la cultura mexicana”, argumentando que utiliza materiales premium y técnicas contemporáneas. Sin embargo, esta postura no convenció a las autoridades locales. “Esto no es solo un diseño, es cultura, historia e identidad. No vamos a permitir que se trate como mercancía”, declaró el gobernador Jara Cruz durante una conferencia de prensa.
El senador oaxaqueño Antonino Morales Toledo llevó el caso al Senado de la República, donde presentó un exhorto para que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) tomen medidas legales contra la transnacional. “El colonialismo no murió, solo se vistió de moda”, afirmó el legislador, quien además demandó disculpas públicas y reparación del daño a la comunidad zapoteca.
Este conflicto se enmarca en una creciente ola de denuncias por apropiación cultural en México. Desde 2021, el país cuenta con una ley que sanciona el uso no autorizado de elementos culturales indígenas con multas de hasta 500,000 UMAS (unos 25 millones de pesos) y penas de prisión, aunque activistas señalan que su aplicación ha sido inconsistente.

Villa Hidalgo Yalalag, comunidad originaria de los huaraches en cuestión, es reconocida por preservar técnicas artesanales centenarias. Cada par puede requerir hasta 40 horas de trabajo manual y representa una importante fuente de ingresos para las familias locales. Autoridades culturales destacan que, a diferencia de lo ocurrido con Adidas, existen ejemplos positivos de colaboración entre marcas internacionales y artesanos, donde se respetan derechos de autor y se comparten beneficios.
El caso ha reavivado el debate sobre protección de propiedad intelectual colectiva y los límites entre inspiración cultural y plagio. Mientras Adidas no se pronuncia sobre las exigencias de retirar el producto, organizaciones civiles preparan acciones legales y campañas en redes sociales bajo hashtags como #AdidasDevuelveLoRobado.
La próxima semana está programada una reunión entre representantes del gobierno oaxaqueño y directivos de Adidas México, donde se espera presentar evidencias del origen cultural del diseño en disputa. El resultado de este enfrentamiento podría sentar precedentes para futuros casos de apropiación cultural en la industria de la moda global.
