En un gesto inesperado durante su reunión en la Casa Blanca, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu entregó a Donald Trump una carta donde lo nominaba formalmente para el Premio Nobel de la Paz. Este sorpresivo movimiento diplomático ocurrió mientras ambos líderes discutían estrategias para poner fin al conflicto en Gaza, que ya cumple 22 meses.
“Está forjando la paz mientras hablamos, en un país, en una región tras otra”, declaró Netanyahu al justificar su nominación. El líder israelí presentó personalmente al presidente estadounidense la carta enviada al Comité Noruego del Nobel, cumpliendo así una aspiración que Trump ha manifestado públicamente en múltiples ocasiones.
Analistas políticos señalan que esta jugada busca fortalecer la alianza entre ambos mandatarios en un momento clave, cuando Trump incrementa la presión sobre Israel para alcanzar un acuerdo de cese al fuego con Hamás. El premio Nobel representaría un significativo logro político para Trump en año electoral.
La nominación contrasta marcadamente con las declaraciones del primer ministro israelí sobre el conflicto palestino. Durante la misma reunión, Netanyahu descartó rotundamente la posibilidad de un Estado palestino independiente: “No es un Estado, no nos importa”, afirmó, dejando claro que Israel mantendrá control de seguridad sobre Gaza.
Esta postura genera escepticismo sobre las verdaderas posibilidades de paz en la región, especialmente cuando las negociaciones en Qatar parecen estancadas. Un funcionario palestino familiarizado con las conversaciones confirmó que las pláticas del lunes terminaron “sin avances”.

La propuesta de Netanyahu ha generado reacciones encontradas en la escena internacional. Mientras aliados de Trump celebran la nominación, organizaciones de derechos humanos y países árabes la consideran “prematura” e “inapropiada” dado el actual escenario en Gaza.
Decenas de manifestantes se congregaron frente a la Casa Blanca durante el encuentro, acusando a Netanyahu de “genocidio” y criticando el apoyo estadounidense a las operaciones israelíes. Las cifras del Ministerio de Salud de Gaza reportan más de 57,000 palestinos muertos desde el inicio del conflicto.
Expertos en política exterior sugieren que esta nominación podría ser un intento de Netanyahu por suavizar la creciente presión de la administración Trump para poner fin a lo que el propio presidente calificó como “infierno” en Gaza. Sin embargo, las condiciones sobre el terreno siguen siendo extremadamente complejas.

Mientras Trump afirma que hay “buenas posibilidades” de alcanzar un acuerdo esta semana, las partes mantienen posturas irreconciliables en aspectos clave como el retiro israelí de Gaza y el mecanismo de distribución de ayuda humanitaria.