Multitudes de ciudadanos se congregaron este fin de semana en prácticamente todo Estados Unidos para participar en las 2,700 protestas “No Kings”, organizadas como una manifestación nacional contra lo que consideran tendencias autocráticas y acciones antidemocráticas del presidente Donald Trump.
Las marchas, celebradas de costa a costa —desde Nueva York hasta San Francisco e incluso cerca de Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario pasó el fin de semana—, tuvieron como lema principal “No a los reyes”, en alusión directa a lo que los organizadores describen como el estilo de gobierno autoritario del presidente.
Las movilizaciones fueron respaldadas por diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la Federación de Profesores Estadounidenses, 50501, la Campaña por los Derechos Humanos, Indivisible y MoveOn, quienes difundieron el llamado a manifestarse en defensa de las instituciones democráticas y del Estado de derecho.
En Washington D.C., Chicago, Austin, Atlanta, Seattle y otras grandes ciudades, miles de personas marcharon con pancartas y camisetas amarillas —el color elegido por su afinidad simbólica con las protestas prodemocráticas de Hong Kong de 2019—. Los organizadores recomendaron a los asistentes vestir de amarillo como símbolo de resistencia civil y unidad democrática frente al autoritarismo.
Críticas al gobierno de Trump
Durante las protestas, Leah Greenberg, cofundadora del movimiento Indivisible, denunció los esfuerzos de la administración Trump por enviar a la Guardia Nacional a distintas ciudades, reprimir a inmigrantes indocumentados y procesar a opositores políticos. Greenberg afirmó que dichas acciones representan “el manual clásico del autoritarismo”, caracterizado por el uso del miedo, la desinformación y las amenazas para limitar la disidencia.
Otras figuras públicas también se unieron a la jornada de protestas. Los actores John Cusack y Robert De Niro participaron activamente en las marchas y difundieron mensajes de apoyo en redes sociales. De Niro, en un video transmitido durante la concentración en Nueva York, recordó los más de dos siglos y medio de historia democrática de Estados Unidos, y advirtió sobre el riesgo de perder esos valores ante las ambiciones de poder personal del actual presidente.

Respuesta de la Casa Blanca
Desde su residencia en Florida, el presidente Donald Trump respondió a las críticas en una entrevista emitida por Fox News, asegurando que “no es un rey” y que las acusaciones en su contra son parte de una campaña política de desprestigio.
Sin embargo, su equipo de comunicaciones publicó en la red X (antes Twitter) un video generado por inteligencia artificial en el que se muestra a Trump vestido con atuendo real y una corona, saludando desde un balcón, lo que provocó nuevas reacciones y críticas en los medios y entre sus opositores.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó las manifestaciones como una expresión de “odio hacia Estados Unidos”, asegurando que las protestas reunieron a “marxistas, socialistas, defensores de Antifa, anarquistas y al ala pro-Hamás del Partido Demócrata de extrema izquierda”.

Voces desde la ciencia y la cultura
En la capital estadounidense, el científico y presentador Bill Nye dirigió un mensaje a los legisladores del Congreso en el que los instó a “detener los abusos de este presidente petulante y su grupo de aduladores”. Nye comparó la magnitud de la movilización con las protestas contra la guerra de Vietnam, destacando el papel histórico de la sociedad civil en los momentos de crisis institucional.
De acuerdo con medios locales, en algunas ciudades se realizaron manifestaciones paralelas de apoyo al presidente Trump, aunque con asistencia significativamente menor. Las autoridades reportaron que las protestas transcurrieron de manera pacífica, sin incidentes graves, y con una participación estimada de millones de personas en todo el país.

Antecedentes del movimiento
El movimiento “No Kings” surgió en junio, tras la orden ejecutiva del presidente Trump de desplegar tropas federales en Los Ángeles durante un episodio de disturbios civiles. Esa medida generó una ola de protestas y una nueva ola de críticas nacionales e internacionales, lo que dio pie a la creación del colectivo.
El 14 de junio, millones de personas también participaron en una jornada de manifestaciones convocadas bajo el mismo lema, consolidando a “No Kings” como el movimiento de oposición civil más grande desde que el republicano regresó a la Casa Blanca en enero.

Los organizadores han anunciado que las movilizaciones continuarán “hasta que se garantice la protección plena de las instituciones democráticas y el respeto a los derechos civiles”, mientras las autoridades federales monitorean el desarrollo de las protestas en distintos estados.
En lo que representa uno de los mayores movimientos de protesta en la historia reciente de Estados Unidos, “No Kings” refleja un sentimiento creciente de resistencia cívica frente al avance del autoritarismo y la preocupación por el rumbo político del país.





