Los hermanos mexicanos Carlos y Óscar González-Meza permanecieron esposados de pies y manos y encadenados al piso durante más de 11 horas en el centro de detención conocido como Alligator Alcatraz en Florida, según denunció su abogada Andrea Reyes. Los jóvenes, quienes ya se encuentran en México recuperándose del trauma sufrido, fueron detenidos inicialmente por tener vidrios polarizados en su vehículo, misma razón por la que alrededor de 55 connacionales han sido arrestados en la zona.
El incidente ocurrió cuando los hermanos fueron trasladados al centro Alligator Alcatraz después de su detención. Según el relato de su defensora legal, de las 12 del día hasta las 11 de la noche estuvieron “lockeados, enganchados, esposados de tres diferentes lugares” a ganchos metálicos incrustados en el piso de cemento. Aunque recibieron alimento, debieron ingerirlo en esa posición, sin que les retiraran las restricciones. Su padre calificó el trato como “inhumano” y señaló que “ni un animal se merece” esas condiciones.
Posteriormente, los hermanos fueron llevados al Centro de Procesamiento Krome en Miami, donde se les permitió bañarse por tres minutos y cambiarse de ropa antes de ser encerrados en una celda. Al día siguiente, un oficial de migración les informó que serían enviados a México, aunque existe confusión sobre los documentos que firmaron, pues mientras uno cree que aceptó una salida voluntaria, el otro considera que fue deportado. La abogada Reyes explicó que no tienen copia de lo firmado y desconocen si enfrentarán cargos criminales o migratorios.

El cónsul de México en Orlando, Juan Sabines Guerrero, se refirió al caso recomendando a los connacionales verificar el polarizado de los vidrios al rentar vehículos en Florida, ya que esta ha sido la principal causa de detenciones por parte de la patrulla de caminos. Aunque inicialmente se consideró emitir una alerta de viaje, el funcionario optó por instar a la precaución y mantener la confianza en las autoridades, animando a los turistas a seguir visitando atracciones como Disney y Universal Studios.
Mientras los hermanos González-Meza se recuperan física y emocionalmente del shock vivido, su familia y representantes legales evalúan si emprenderán acciones legales contra el gobierno estadounidense. El caso ha puesto nuevamente en el centro del debate las condiciones en los centros de detención migratoria y los protocolos de tratamiento a detenidos, particularmente en el estado de Florida donde, según testimonios, se estarían aplicando medidas extremas de contención física.
Autoridades consulares mexicanas continúan brindando asistencia a los afectados y monitoreando la situación de otros connacionales que podrían enfrentar circunstancias similares. La abogada Reyes mantiene abierta la investigación para esclarecer los términos exactos bajo los cuales sus clientes abandonaron Estados Unidos y determinar si existieron violaciones a sus derechos durante el proceso de detención y deportación.