El 2025 nos trajo de vuelta una de esas colaboraciones que se sienten casi míticas.
Louis Vuitton y Takashi Murakami volvieron a encontrarse, y lo hicieron en grande: durante Art Basel París, con una instalación que fue mucho más que una exhibición —fue una experiencia inmersiva donde la moda y el arte se disolvieron en un mismo universo.

La maison presentó la séptima edición de su serie Artycapucines, y cada bolso fue literalmente una obra de arte portátil. Murakami usó la irónica Capucines como su lienzo para jugar con colores, texturas y su estética “Superflat” —esa mezcla hipnótica entre cultura pop japonesa, anime y lujo contemporáneo.

Entre las piezas más espectaculares estuvo la Capucines Mini Tentacle, con el pulpo de su alter ego Mr. DOB; el Rainbow, lleno de sus flores sonrientes; y un Mini Mushroom que parece un bosque psicodélico.

Pero el momento más impresionante fue la instalación en el Grand Palais, dominada por una escultura gigante de un pulpo de nueve metros que envolvía el espacio con sus tentáculos. Cada rincón parecía gritar color, locura y fantasía.

Más que una colaboración, esto fue una celebración de lo que pasa cuando el arte y la moda se atreven a jugar sin reglas.
Louis Vuitton y Murakami no solo reavivaron su historia juntos —la redefinieron.

Y con esta nueva colección, dejaron claro que el verdadero lujo hoy no es solo tener una pieza exclusiva, sino llevar puesta una historia.





