El lobo mexicano (Canis lupus baileyi), considerado probablemente extinto en vida silvestre en los años 70, ha alcanzado una población de 600 ejemplares gracias a un programa de conservación entre México y Estados Unidos que inició con sólo siete animales.
}Durante la XXXI Reunión Binacional del Programa para la Recuperación del Lobo Mexicano en el Zoológico de Chapultepec, autoridades revelaron que la especie pasó de estar al borde de la desaparición a tener poblaciones estables en Chihuahua (35 en libertad), Arizona/Nuevo México (300+) y zoológicos (115 en México).
Fernando Gual Sill, director de Vida Silvestre de la Semarnat, destacó que este éxito conservacionista comenzó con tres linajes genéticos (McBride, Ghost Ranch y San Juan de Aragón) tras las campañas de exterminio de los años 50 que casi erradican la especie.

Maggie Dwire del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EU reconoció que sin la colaboración con México, la recuperación hubiera sido imposible. El programa combina reproducción natural y técnicas avanzadas como inseminación artificial y fertilización in vitro para garantizar diversidad genética.
Durango se prepara para convertirse en la nueva zona de liberación a finales de 2024 o principios de 2025, sumándose a los esfuerzos en Chihuahua. Mientras tanto, los cuatro lobeznos nacidos este año en el Zoológico de San Juan de Aragón -considerados genéticamente valiosos- permanecerán en cautiverio. Julia Álvarez Icaza, secretaria de Medio Ambiente CDMX, anunció mejoras en los recintos del zoológico capitalino para optimizar el programa reproductivo.

Este modelo binacional, activo desde 1978, ha permitido reclasificar a la especie de “probablemente extinta” a “en peligro”, demostrando que incluso los depredadores más perseguidos pueden recuperarse con ciencia y cooperación internacional. Las 44 manadas con crías supervivientes en EU y los planes de expansión en México sugieren que el icónico aullido del lobo mexicano seguirá resonando en los ecosistemas de Norteamérica.