Esta tarde comenzaron a llegar al Vaticano todos los cardenales para realizar el cónclave que definirá al papa y nuevo líder de la iglesia católica, que contempla alrededor de 1 mil 400 millones de fieles en todo el planeta.
Según la Agencia AP, actualmente hay 135 cardenales menores de 80 años con derecho a voto en el cónclave, procedentes de 71 países diferentes, lo que convierte este cónclave en el que cuenta con mayor diversidad geográfica de la historia. Dos de ellos ya han informado a la Santa Sede que no podrán asistir por motivos de salud, lo que reduce a 133 cardenales que entrarán a la Capilla Sixtina.
Los países con más electores son Italia (17), Estados Unidos (10), Brasil (7), Francia y España (5 cada uno), y Argentina, Canadá, India, Polonia y Portugal (4 cada uno).
En total por continente están segmentados de la siguiente forma:
Europa: 53 (aunque un elector que no asistirá por motivos de salud es de España, por lo que se espera que al cónclave sólo sean 52)
Asia: 23 (incluido Medio Oriente)
África: 18 (aunque un elector que no asistirá por motivos de salud es de Kenia, por lo que se espera que al cónclave sólo sean 17)
Sudamérica: 17
Norteamérica: 16 (de los cuales 10 son de Estados Unidos, 4 canadienses y 2 mexicanos)
Centroamérica: 4
Oceanía: 4 (uno de Australia, uno de Nueva Zelanda, uno de Papúa Nueva Guinea y uno de Tonga)

¿Qué es un cónclave?
Un cónclave es una reunión mediante la cual los cardenales eligen al nuevo papa fuera de la vista de los fieles y del público en general; se realiza una elección cerrada. La palabra “cónclave” proviene de la palabra en latín cum clave que significa “bajo llave”.
Para que un cardenal pueda votar por el siguiente papa debe ser menor de 80 años. Todos los que votan son elegibles para ocupar el cargo vacante.
Los cardenales votantes se encierran en la Capilla Sixtina a emitir votos para escoger al siguiente en ocupar el puesto; permanecen bajo puerta cerrada hasta llegar a una decisión. Para que un papa sea elegido, deben estar de acuerdo dos terceras partes de los cardenales en un mismo nombre. En ese caso, humo blanco saldrá de una chimenea sobre la Capilla Sixtina para avisar al mundo la decisión.
Las únicas personas fuera de los cardenales que pueden estar dentro del cónclave son maestros de ceremonias que reparten las papeletas donde los cardenales emiten su voto.
Al finalizar la votación, se cuentan los votos en voz alta y de no llegar a un acuerdo se queman con aditivos químicos para que la chimenea de la Capilla emita humo negro.
La fumata, la quema de papeletas que causa el humo negro (o blanco, en el caso de ya tener un papa) es la señal para indicar a los fieles, a la ciudad del Vaticano y al mundo que aún no existe quien ocupe el puesto de papa. Se trata de un símbolo mundialmente conocido y que representa la comunicación entre los cardenales y los fieles.
En 2013 se reveló que para hacer el humo negro se mezcla perclorato potásico, antraceno y azufre, mientras que para el humo blanco, se utiliza clorato potásico, lactosa y resina de conífera.

Habemus papam
Antes de la elección del papa, el Vaticano entra en la modalidad de “sede vacante”, puesto a que no tienen un jefe de Estado y jefe de la iglesia.
Si no logran ponerse de acuerdo después de tres días, los cardenales comienzan una jornada de oración y reflexión hasta que se retomen las votaciones. Cuando se elige el siguiente papa, el humo blanco sale por la chimenea, con la buena noticia, y es anunciado por el cardenal más longevo frente a la Plaza de San Pedro.
Foto de portada: via x (infovaticana)