La gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook, presentará una demanda para evitar que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la despida de su cargo en el banco central estadounidense, según anunció su abogado Abbe Lowell. El intento de destitución, que Trump justificó por presunta “conducta engañosa y potencialmente criminal” relacionada con hipotecas contratadas en 2021, carece de base fáctica o jurídica según la defensa de Cook.
Esta acción marca un hecho sin precedentes en los 111 años de historia de la nominalmente independiente Junta de la Fed y podría desencadenar una prolongada lucha legal sobre el esfuerzo de la Casa Blanca para influir en la política monetaria del país.

Trump informó el martes sobre el despido de Cook, la primera mujer negra en formar parte del órgano rector de la Fed, argumentando necesidad de “personas completamente transparentes” en el cargo. El presidente añadió que tiene en mente a varias “buenas personas” para reemplazar a Cook, pero que acataría cualquier decisión judicial que la mantuviera en su puesto. La salida de Cook permitiría a Trump elegir a la mayoría de los siete miembros de la junta directiva de la Fed, incluyendo dos titulares y la nominación pendiente del economista de la Casa Blanca, Stephen Miran, a quien consideraría para el puesto si queda vacante.
El intento de destitución de Cook se enmarca en los esfuerzos de Trump por ejercer mayor control sobre diversas áreas del gobierno estadounidense desde su regreso al cargo en enero. El presidente ha supervisado la salida de cientos de miles de funcionarios públicos, desmantelado varias agencias y retenido miles de millones de dólares de gastos autorizados por el Congreso. Trump también ha presionado consistentemente a la Fed para que recorte las tasas de interés, exigiendo reducciones de varios puntos porcentuales y amenazando con despedir al jefe de la institución, Jerome Powell, aunque recientemente se retractó de esta última amenaza.
Según informó el Wall Street Journal, el expresidente del Grupo del Banco Mundial David Malpass, un antiguo aliado de Trump, también fue considerado para el puesto que ocuparía Cook si finalmente es destituida. La situación refleja la tensión entre el poder ejecutivo y la independencia tradicional de la Reserva Federal en la conducción de la política monetaria estadounidense. El caso de Cook podría establecer precedentes significativos respecto a los límites de la autoridad presidencial sobre los miembros de la junta de gobernadores del banco central, cuya independencia ha sido un pilar de la política económica del país por más de un siglo.