Este domingo 2 de marzo Israel detuvo el ingreso de suministros a la Franja de Gaza con el fin de presionar a Hamás de aceptar un acuerdo de prórroga a la primera fase del alto al fuego. Advirtió, además, que habría otras consecuencias si es que no acepta la propuesta.
La propuesta involucra una extensión de la primera etapa del alto al fuego durante el mes de Ramadán y la Pascua Judía. Israel afirma que la propuesta provino de Estados Unidos, específicamente del del enviado estadounidense a Medio Oriente, Steve Witkoff. Hamás rechazó la propuesta y después de los bloqueos israelíes denunció al país de violar el acuerdo de alto al fuego con la medida “chantajista”.
Durante la primera fase del alto al fuego, culminada el sábado 1 de marzo según el acuerdo original, Hamás liberó a 25 rehenes de Israel así como 8 cuerpos a cambio de 2 mil palestinos presos en Israel. Israel busca la repatriación de los prisioneros, por lo que quieren extender la primera etapa mientras que Hamás desea que las tropas de Israel se retiren de Gaza de forma permanente.
La ayuda humanitaria que fue bloqueada por Israel representa una necesidad para Gaza y sus habitantes que han sufrido pérdidas humanas que alcanzan más de 45 mil fallecidos además de las múltiples pérdidas materiales que han dificultado el acceso a alimento y agua potable. Por este motivo el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres reaccionó pidiéndole a Israel el cese al bloqueo de suministros.
Por otro lado, Tom Fletcher, jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU se refirió al suceso como “alarmante” y llamó a “no dar marcha atrás a los avances” en relación al alto al fuego.
Foto de portada: Hosny Salah/Pixabay
