El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel anunció este lunes la deportación de 171 activistas, incluida la ambientalista sueca Greta Thunberg, quienes fueron detenidos mientras participaban en una flotilla de ayuda humanitaria con destino a la Franja de Gaza. La cancillería israelí informó mediante una publicación en la red social X que los deportados, ciudadanos de Grecia, Italia, Francia y Estados Unidos, entre otros países, fueron trasladados a Grecia y Eslovaquia, mientras que 138 activistas más permanecen bajo custodia en el centro de detención israelí.
La flotilla, compuesta por 45 embarcaciones y identificada como “Global Sumud”, tenía como objetivo principal romper el bloqueo naval israelí para entregar ayuda humanitaria directamente en la Franja de Gaza, territorio donde la Organización de las Naciones Unidas ha declarado oficialmente un estado de hambruna después de dos años de conflicto armado continuo. La intervención de las fuerzas israelíes se produjo el miércoles de la semana pasada cuando la Marina israelí interceptó los primeros barcos de la flotilla mientras navegaban en aguas internacionales, en una operación que según un funcionario israelí concluyó con la detención de aproximadamente 400 personas en total.

El anuncio oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí se realizó a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de X, donde se refirió a los participantes como “171 provocadores de la flotilla Hamás-Sumud”. El mensaje iba acompañado de fotografías que mostraban a Greta Thunberg caminando junto con otras dos mujeres por las instalaciones del aeropuerto de Ramon, ubicado en el sur de Israel. En las imágenes se podía observar a las tres mujeres vistiendo los característicos chándales grises que utiliza el sistema penitenciario israelí para los detenidos bajo su custodia.
La publicación oficial israelí generó una respuesta inmediata por parte de la cancillería, que en declaraciones a la Agencia France-Presse (AFP) confirmó que, a pesar de las deportaciones masivas realizadas este lunes, un total de 138 activistas de la flotilla Global Sumud continúan recluidos en centros de detención israelíes, sin que se haya proporcionado un calendario específico sobre su posible liberación o deportación a sus países de origen. Esta información contrasta con el número total de detenidos proporcionado previamente por las autoridades israelíes, que había estimado en 400 el número total de personas arrestadas durante el operativo de interceptación.
La situación ha generado declaraciones contrapuestas entre los activistas internacionales y el gobierno israelí. El sábado anterior, activistas que habían sido deportados por Israel hacia Turquía realizaron denuncias públicas sobre el trato recibido durante su detención, afirmando haber sido víctimas de actos de violencia y declarando que fueron “tratados como animales” por las fuerzas de seguridad israelíes. Estos testimonios surgieron en el aeropuerto de Estambul, donde llegó un grupo de 137 activistas de 13 nacionalidades diferentes que formaban parte de la misma flotilla humanitaria.
Frente a estas acusaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí emitió un contundente desmentido a través de sus canales oficiales. En su más reciente mensaje publicado en la red social X, la cancillería israelí afirmó que “todos los derechos legales de los participantes en este espectáculo mediático fueron y seguirán siendo completamente respetados” durante todo el proceso de detención y deportación. El comunicado oficial añadió que “las mentiras que están difundiendo son parte de su campaña premeditada de noticias falsas”, atribuyendo las denuncias de maltrato a una estrategia comunicacional organizada por los activistas.