Israel bombardea Ministerio de Defensa sirio en Damasco

Israel bombardeó este miércoles el Ministerio de Defensa de Siria y el cuartel general del Ejército en pleno centro de Damasco, según confirmó el propio Ejército israelí a través de su cuenta oficial en X. Al menos una persona murió y otras 18 resultaron heridas, de acuerdo con la agencia estatal siria. Los ataques, dirigidos también a zonas cercanas al Palacio Presidencial, ocurren mientras milicias drusas y beduinas se enfrentan en el sur del país. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció que su país continuará con los ataques, justificando la ofensiva como un intento de proteger a la minoría drusa.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) difundieron imágenes de los bombardeos lanzados este miércoles contra infraestructuras clave del gobierno sirio en Damasco. Entre los blancos atacados se encuentran el Ministerio de Defensa, el edificio de mando del Estado Mayor y un punto cercano al Palacio Presidencial. Este episodio marca un nuevo capítulo en la creciente escalada militar en la región.

Las autoridades sirias confirmaron que al menos una persona perdió la vida y otras 18 resultaron heridas. La ofensiva forma parte de una estrategia más amplia del gobierno israelí que, según declaraciones de su ministro de Defensa, tiene como objetivo mantener bajo control la situación en los Altos del Golán y proteger a la población drusa en Siria.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía condenó enérgicamente los bombardeos israelíes en Damasco. En un comunicado, la cancillería turca afirmó que estas acciones buscan sabotear los esfuerzos de Siria por alcanzar la estabilidad tras el derrocamiento del régimen de Bachar el Assad en diciembre. Turquía insiste en que Siria tiene una oportunidad histórica de integrarse al orden internacional en paz.

En medio de esta crisis, Estados Unidos también se mantiene atento. El presidente Donald Trump se reunirá este miércoles con el primer ministro de Qatar, Mohammed Bin Abdul Rahman Al Thani, en la Casa Blanca, para discutir el estado de las negociaciones sobre una posible tregua en la Franja de Gaza.

La situación humanitaria también se agrava. Una multitud de ciudadanos drusos israelíes cruzó la valla que divide la zona ocupada por Israel en los Altos del Golán y el sector sirio del mismo territorio. Lo hicieron preocupados por sus familiares atrapados en medio del conflicto en el sur de Siria. Las divisiones familiares han persistido por décadas, pero la reciente escalada de violencia llevó a muchos a tomar la decisión de cruzar, a pesar del riesgo.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un comunicado dirigido a esta comunidad, pidiendo que no crucen la frontera: “La situación en el suroeste de Siria es muy grave. Están arriesgando sus vidas; podrían ser asesinados o tomados como rehenes y están obstaculizando los esfuerzos de las FDI”.

En la provincia siria de Sweida, el conflicto entre milicias drusas contrarias al gobierno y milicias beduinas aliadas a Damasco ha dejado cerca de 250 muertos desde el pasado domingo, según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Esta ONG, con sede en Reino Unido y presencia activa en el terreno, documenta la creciente violencia en una zona donde la tensión étnica y religiosa se mezcla con intereses militares y políticos.

Las familias drusas en Israel consideran que el actual gobierno sirio no garantiza la seguridad de esta minoría, por lo que muchas voces dentro de la comunidad han respaldado los bombardeos israelíes como una forma de intervención necesaria.

Mientras tanto, la situación en Gaza continúa siendo crítica. La Fundación Humanitaria para Gaza (FHG) confirmó la muerte de al menos 20 personas en uno de sus centros de distribución de ayuda en Jan Yunis, en el sur del enclave palestino. De acuerdo con la organización, 19 de las víctimas fallecieron por una estampida y una más fue apuñalada, en un momento de caos provocado por supuestos agitadores afiliados a Hamás.

El incidente pone de manifiesto la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza y la creciente dificultad para garantizar la distribución ordenada de alimentos y suministros en un territorio devastado por el conflicto.


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Redacción

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