Israel ataca delegación de Hamas en Doha durante negociaciones

El ejército israelí llevó a cabo este martes un bombardeo preciso contra una delegación negociadora del grupo islamista palestino Hamas mientras se reunía en Doha para discutir la propuesta estadounidense de alto el fuego en la Franja de Gaza. El ataque fue confirmado por las fuerzas armadas israelíes, que indicaron que la operación fue ejecutada en coordinación con la agencia de seguridad interior Shin Bet contra altos dirigentes de la organización terrorista Hamas.

Según informó el canal catarí Al Jazeera, una fuente de alto rango de Hamas aseguró que “la reunión fue atacada mientras se discutía la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de un alto el fuego”. Un periodista de la AFP constató que hubo un bombardeo contra un complejo utilizado por Hamas en Catar, cuyo gobierno calificó el ataque de “cobarde” y confirmó que tenía como objetivo las residencias de los líderes de Hamas.

Un dirigente de Hamas en Gaza, que habló bajo condición de anonimato, corroboró que Israel atacó a la delegación negociadora del movimiento islamista “mientras debatía la propuesta del presidente Donald Trump para un alto el fuego en la Franja de Gaza”. El ataque se produce en un contexto de frágiles negociaciones para liberar a los rehenes y establecer una tregua en el conflicto.

El ejército israelí justificó el ataque afirmando que “desde hace años, estos miembros de la dirección de Hamas dirigen las operaciones de la organización terrorista, son directamente responsables de la brutal masacre del 7 de octubre y han orquestado y gestionado la guerra contra el Estado de Israel”. La operación se enmarca dentro de la estrategia israelí de atacar a los líderes de Hamas dondequiera que se encuentren.

La semana pasada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había ordenado el inicio de negociaciones para liberar a todos los rehenes, pocos días después de que Hamas diera su visto bueno a una nueva propuesta de alto el fuego presentada por los mediadores internacionales Egipto, Catar y Estados Unidos. Según fuentes palestinas, esta propuesta preveía la liberación escalonada de rehenes durante una tregua inicial de 60 días, a cambio de la liberación de prisioneros palestinos detenidos por Israel.

Paralelamente a las negociaciones, Netanyahu había dado luz verde a una nueva ofensiva militar para tomar el control de Ciudad de Gaza, que Israel considera uno de los últimos bastiones del movimiento islamista palestino. Esta dualidad de approach -negociación y operación militar simultánea- refleja la complejidad del conflicto y las diferentes estrategias que Israel está implementando.

El ataque a la delegación negociadora en Doha representa una escalada significativa en el confl icto, ya que por primera vez Israel ataca objetivos de Hamas en territorio catarí, un país que ha servido tradicionalmente como mediador en las negociaciones entre ambas partes. Catar mantiene relaciones con Hamas y ha sido un actor clave en los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego.

La ubicación del ataque, en un complejo residencial de Doha, sugiere que Israel contaba con inteligencia precisa sobre la ubicación y los movimientos de los líderes de Hamas. La capacidad de Israel para alcanzar objetivos en el extranjero demuestra el alcance de sus operaciones de inteligencia y su determinación de perseguir a los líderes de Hamas más allá de las fronteras de Gaza.

El gobierno de Catar emitió una condena formal del ataque, calificándolo de “violación de la soberanía nacional” y de “acto cobarde que socava los esfuerzos de paz”. La respuesta internacional al ataque ha sido mixta, con algunos países expresando preocupación por el impacto en las negociaciones de paz y otros apoyando el derecho de Israel a defenderse contra lo que califican como organización terrorista.

El ataque se produce en un momento particularmente delicado de las negociaciones, cuando las partes parecían estar acercándose a un acuerdo provisional. La eliminación de altos dirigentes de Hamas podría afectar significativamente la capacidad de la organización para tomar decisiones y negociar, al tiempo que podría endurecer las posiciones de los elementos más radicales dentro del movimiento.

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Filiberto Cruz

Filiberto Cruz