Instalan el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial

El Poder Judicial de la Federación dio un paso significativo este martes con la instalación del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), órgano que sustituye las funciones disciplinarias que anteriormente desempeñaba el Consejo de la Judicatura Federal. La ceremonia de arranque estuvo encabezada por su presidenta, la magistrada Celia Maya García, acompañada por los magistrados Bernardo Bátiz Vázquez, Eva Verónica de Gyves, Indira Isabel García Pérez y Rufino H León Tovar.

La creación de este tribunal responde al compromiso de combatir la corrupción y el nepotismo dentro del Poder Judicial, garantizando al mismo tiempo que las y los juzgadores mantengan su autonomía en las resoluciones que dicten. Según explicó la magistrada presidenta, el nuevo organismo fue provisto de facultades de supervisión del desempeño judicial, así como de investigación, procesamiento y resolución de casos de responsabilidad administrativa.

“El TDJ fue provisto en las funciones de supervisión del desempeño judicial y la investigación, procesamiento y resolución de los casos de responsabilidad (…) Los jueces y magistrados no resultan afectados en modo alguno en la libertad, autonomía e independencia, porque para nada se han modificado los criterios ni los valores de la jurisdicción”, señaló Celia Maya García.

A la ceremonia de instalación asistieron la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortíz, así como el resto de las y los ministros. También estuvieron presentes el senador Gerardo Fernández Noroña, el ministro en retiro Arturo Zaldívar, la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, la magistrada presidenta del TEPJF, Mónica Soto, y los nuevos integrantes del Órgano de Administración Judicial.

El Tribunal de Disciplina Judicial tendrá como función principal vigilar, supervisar y, en su caso, sancionar a las y los juzgadores que incurran en conductas indebidas. Sus atribuciones incluyen revisar procesos de responsabilidad administrativa, emitir resoluciones vinculantes y establecer medidas disciplinarias.

Celia Maya enfatizó que la intención del nuevo órgano es “erradicar la impunidad de los malos juzgadores”. “Nuestro múltiple propósito es claro, vamos a cuidar el adecuado desempeño de la Judicatura, elevaremos los niveles de eficacia, investigaremos las conductas inadecuadas y sancionaremos a los que resulten responsables. Todo en función de nuestro compromiso de contribuir a la recuperación de la confianza de la ciudadanía en los órganos encargados de administrar justicia”, afirmó.

Ante las críticas que califican al TDJ como un “tribunal inquisidor”, el magistrado Bernardo Bátiz Vázquez aclaró que su labor no será perseguir a enemigos, sino vigilar la buena conducta y trato de los jueces hacia la ciudadanía. Añadió que el tribunal también se encargará de supervisar la evolución patrimonial de los juzgadores para evitar enriquecimientos ilícitos.

Por su parte, el magistrado Rufino H León Tovar advirtió que se aplicarán sanciones severas contra jueces corruptos y que, en los casos más graves, se podrían iniciar procesos penales. En la misma línea, Indira Isabel García Pérez aseguró que el tribunal funcionará bajo principios de austeridad, utilizando únicamente los recursos necesarios para cumplir con su labor de erradicar prácticas de corrupción y nepotismo.

Eva Verónica de Gyves, integrante del pleno, explicó que el TDJ tendrá como tarea prioritaria garantizar la agilidad en los procesos de revisión y en la investigación de posibles conductas indebidas. “El trabajo en las revisiones será para quitar la impresión que tiene la sociedad sobre el Poder Judicial. No perseguirá a las personas servidoras públicas que no comulguen con la reforma, es un tribunal que vigilará las conductas a partir de la ley”, subrayó.

El nuevo órgano disciplinario funcionará durante un periodo de seis años con su integración actual. La presidencia será rotativa, designada conforme al número de votos obtenidos en elecciones internas, y el tribunal operará mediante un Pleno y comisiones que darán seguimiento a los casos que se presenten.

De esta forma, el Tribunal de Disciplina Judicial inicia labores con la promesa de contribuir a la recuperación de la confianza ciudadana en el Poder Judicial de la Federación, enfrentando de manera directa los retos de corrupción y nepotismo que han sido señalados en años recientes.

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Filiberto Cruz

Filiberto Cruz