El potente huracán Melissa tocó tierra en Jamaica con vientos máximos sostenidos cercanos a los 295 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas que amenazan con provocar inundaciones catastróficas y daños generalizados en la isla caribeña, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, que calificó la situación como “extremadamente peligrosa y que amenaza la vida”.
El fenómeno meteorológico, el de mayor intensidad registrada en la actual temporada de huracanes del Atlántico, entró a Jamaica cerca de la localidad de Black River, en el suroeste de la isla, convertido en un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la máxima clasificación posible para estos sistemas tropicales. El NHC, con sede en Miami, advirtió que el huracán viene acompañado de “vientos catastróficos” y solicitó a la población jamaicana que busque refugio de manera inmediata ante la inminente llegada de las condiciones más severas del sistema.
Se trata del primer huracán que toca tierra en el Atlántico como categoría 5 desde 2019, cuando el huracán Dorian golpeó las Bahamas con efectos devastadores que causaron numerosas víctimas mortales y daños billonarios en infraestructura, estableciendo un precedente preocupante para las autoridades jamaicanas que han activado todos sus protocolos de emergencia ante la llegada de Melissa. El lento desplazamiento del huracán, que se mueve actualmente a aproximadamente 7 kilómetros por hora en dirección nornoreste, podría empeorar significativamente la devastación que ocasione en territorio jamaicano al prolongar la exposición a sus vientos destructivos y lluvias torrenciales.

El NHC prevé que Melissa mantenga su intensidad extrema de categoría 5 antes de cruzar el sureste de Cuba durante el día miércoles y posteriormente llegar a las Bahamas el jueves, manteniendo así una trayectoria que afectaría múltiples territorios del Caribe con condiciones meteorológicas extremas que requieren preparativos de emergencia en todas estas zonas. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) suspendió temporalmente su misión en un avión cazahuracanes debido a las fuertes turbulencias encontradas en las proximidades del sistema, lo que dificulta la obtención de datos de reconocimiento directo en un momento crítico para el seguimiento del fenómeno.
Melissa generará acumulados de lluvia de entre 38 y 76 centímetros (15 a 30 pulgadas) sobre Jamaica, con máximos localizados que podrían alcanzar hasta 1 metro en algunas áreas montañosas de la isla, según las proyecciones del centro meteorológico estadounidense. Estas precipitaciones extremas provocarán inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra generalizados, particularmente peligrosos en regiones con pendientes pronunciadas y suelos ya saturados por lluvias anteriores registradas en los últimos días como efecto de las bandas externas del sistema.
Las marejadas ciclónicas representan otra amenaza significativa para las comunidades costeras de Jamaica, donde se espera que la combinación de vientos huracanados y marea alta eleve el nivel del mar entre 4.5 y 6 metros por encima de lo normal, causando inundaciones costeras severas que podrían arrasar áreas bajas y afectar infraestructura crítica ubicada cerca de la línea de playa. El NHC enfatizó que estas marejadas representan “la mayor amenaza para la vida y la propiedad” en las zonas costeras directamente expuestas al avance del huracán.
Las autoridades jamaicanas mantienen activados todos los refugios de emergencia distribuidos en el territorio nacional y han implementado toques de queda obligatorios en las áreas más vulnerables para garantizar que la población permanezca en lugares seguros durante el paso del huracán. Los servicios de emergencia, incluyendo equipos de rescate y personal médico, se encuentran en alerta máxima para responder a cualquier eventualidad una vez que las condiciones meteorológicas permitan las operaciones de auxilio en las zonas afectadas.





