*Se trata de Roberto Moreno, exsecretario Ejecutivo del Sistema Nacional Anticorrupción, quien en febrero renunció a ese puesto a minutos de ser destituido por sospechas de corrupción. Hoy sigue sujeto a indagatorias internas.
Por Enrique Hernández Alcazar
La Suprema Corte de Justicia de la Nación estrena presidente y ya carga con su primer escándalo. Hugo Aguilar, el nuevo titular del máximo tribunal, decidió incorporar a su equipo a un personaje marcado por la sombra de la corrupción: Roberto Moreno Herrera.
Moreno no es cualquier funcionario. Fue secretario técnico de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (Sesna), el engranaje central de un sistema creado —al menos en el papel— para blindar al país contra la corrupción. Pero el 25 de febrero de este año renunció y salió por la puerta de atrás, tras ser señalado por presuntos actos de corrupción.
La entonces presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sesna, Vania Pérez Morales, fue quien puso el dedo en la llaga. Sus denuncias marcaron la caída de Moreno Herrera, que dejó el cargo minutos antes de que iniciara la sesión del Órgano de Gobierno del Sistema Nacional Anticorrupción en la que sería oficialmente removido.
Hoy, Pérez Morales es la presidenta del propio Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), y el 18 de septiembre envió un escrito a la Suprema Corte -en poder de Entorno México– advirtiendo del caso de Moreno Herrera, recordando que el exfuncionario anticorrupción no salió limpio de dicha institución. “Su renuncia fue recibida por unanimidad por el Órgano de Gobierno, instantes previos a que dicho órgano procediera a su remoción. Tengo conocimiento de que el C. Moreno Herrera es sujeto de investigaciones administrativas radicadas ante las autoridades competentes”, dice la misiva.
La respuesta de la Corte para la presidenta del SNA ha sido el silencio: ni acuse de recibo, ni una explicación, ni mucho menos un deslinde. En el máximo tribunal se hicieron invisibles ante la advertencia.

La ironía es brutal: el funcionario que salió del sistema anticorrupción por acusaciones de corrupción ahora coordina asesores en la nueva Suprema Corte que ha prometido justicia verdadera para el pueblo bueno. Según la propia página oficial del máximo tribunal del país, desde el 1 de septiembre Moreno Herrera funge como coordinador de Asesores de la Unidad de Administración.

El fichaje se confirma justo tras una semana en la que se reveló que Aguilar Ortiz concentra bajo su paraguas presupuestal a más de un centenar de asesores de la presidencia de la SCJN. Una burocracia dorada que, lejos de enviar señales de austeridad, abre dudas sobre los intereses y lealtades que empiezan a tejerse en la nueva era del órgano constitucional por excelencia.
Entorno MX solicitó a la presidencia de la SCJN un posicionamiento sobre la contratación de Roberto Moreno Herrera pese a estos antecedentes y nos encontramos a la espera de respuesta
El caso desnuda un doble agravio: por un lado, la decisión de emplear a funcionarios investigados por denuncias de corrupción en puestos clave del Poder Judicial; y, por el otro, el desdén frente a las alertas oficiales que, en teoría, deberían obligar a la institución a poner lupa en cada nombramiento.
La Corte, que debería ser un contrapeso y ejemplo de legalidad, comienza su ciclo con una mancha que huele a ese viejo sistema del que tanto se queja la 4T y sus alfiles: premiar a quien estaba bajo sospecha, callar ante las advertencias y blindarse en el silencio institucional. La justicia, otra vez, se acomoda en los pasillos del poder y no en el principio de integridad que presumen proclamar.
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