Google acaba de invertir $100 millones en Gentle Monster, la marca surcoreana de gafas que lo está rompiendo por su estética futurista, sus campañas artísticas y por estar en la mira de celebridades como Jennie, Billie Eilish o Gigi Hadid.
La jugada es clara: crear smart glasses que sí se vean bien. Nada que ver con aquellas Google Glass que no lograron conectar. Esta vez, el diseño importa tanto como la tecnología.
La alianza incluye a Warby Parker, que se suma al diseño, y a Samsung, que entra con el hardware. Los lentes correrán sobre Android XR y estarán integrados con Gemini AI, lo que significa funciones como traducción en tiempo real, navegación, notificaciones y más, todo desde unos lentes que parecen salidos de una editorial de moda, no de un laboratorio.
El diseño será urbano, minimal y sin ese look robótico que terminó alejando al consumidor. No se verán “tech”, se verán bien. Así de simple. La colección busca hacer de la tecnología algo cotidiano, usable, con estética y presencia real.
Google apostó en serio: con esta inversión tomó el 4% de participación en Gentle Monster. Una movida que se alinea con todo lo que están empujando desde sus últimas presentaciones: sí a la inteligencia artificial, pero con diseño, con estilo, con vida.
La colección llegará en 2026. Y sí, promete cambiar el juego. Porque si vamos a llevar el futuro en la cara, que al menos se vea brutal.
