Ha pasado casi un mes y medio del asesinato de Alana, la niña de 8 años que fue ultimada por elementos de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato con armas de alto poder, y aún no hay ni una sola persona detenida por el caso.
Alan y Mariana, padre y madre de Alana, han expresado su inconformidad por las irregularidades en el proceso del caso, y han insistido en que se haga justicia por su hija, sin embargo, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato no ha dado respuesta ante los señalamientos, ni presentado avances ni resultados.
De hecho la misma Fiscalía General del Estado de Guanajuato tiene abierta una investigación en contra de Alan “N” y su escolta Hermilio, por intento de homicidio contra agentes ministeriales.
Los hechos
Con base en declaraciones de Alan “N”, el 11 de marzo del presente año se dirigía en compañía de sus dos hijas Alana y Oriana rumbo a la escuela, ademas de su chofer escolta, cuando a la altura del fraccionamiento Las Ventanas, al norte de San Miguel de Allende, un auto presuntamente de la marca Sentra le cerró el paso y del vehículo descendió un sujeto con un arma de fuego quien le apuntó directamente.
Al percatarse de la situación y pensando que se trataba de un asalto o de un ataque de algún grupo criminal, el chofer escolta repelió la agresión con un arma de fuego, sin embargo atrás de la camioneta habían otros vehículos con gente armada, quienes de inmediato comenzaron a disparar hacia la camioneta, hiriendo de muerte a Alana de 8 años. La camioneta recibió al menos 30 impactos de bala.
“Papi, tengo sangre”, fue lo que dijo Alana a su padre dentro de la camioneta.
Tras pocos segundos, el padre Alan “N”, pidió a su chofer que arrancara y embistiera al Sentra que tenía por delante, y de esta forma se dirigieron hacia el Hospital La Joya donde finalmente la niña falleció y el papá y el escolta fueron detenidos.

El supuesto ataque era en realidad una orden de aprehensión en contra de Alan “N” por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, por los cargos de agresiones en contra de su hermana Elaine Pérez, con quien tenía diversas disputas familiares y de negocios.
Una detención arbitraria y “espectacular”
Según el propio Alan “N”, el operativo de su detención ocurrió con demasiadas irregularidades, ya que argumenta que jamás se le mostró ninguna orden de aprehensión en su contra en el momento de las agresiones, ademas señala que las personas que abrieron fuego en contra de la camioneta no venían en ningún vehículo oficial de la policía ni de la Fiscalía, ni tampoco portaban uniformes institucionales ni documentos que los identificara como policías o agentes ministeriales.
Alan “N” también señala que al momento de su detención, fue sometido y golpeado en el hospital, en el trayecto a la Fiscalía y en la Fiscalía misma. De hecho existen algunos videos del Hospital La Joya que confirman el sometimiento y agresiones físicas y verbales que recibió durante su detención.

El caso se torna aún más siniestro ya que el abogado defensor, el doctor Pablo González refiere que su cliente, Alan “N” ya contaba con una orden de aprehensión en su contra emitida desde el 7 de marzo, es decir, cuatro días antes del incidente, y que el mismo Alan “N” y el doctor González se presentaron de forma voluntaria el lunes 10 en las oficinas de la Fiscalía para revisar su situación jurídica.
“Mi cliente estuvo en la Fiscalía el lunes 10 de marzo (un día después de la orden de aprehensión girada en su contra) durante más de tres horas, a disposición de las autoridades. Lo pudieron haber detenido sin poner a nadie en peligro, pero prefirieron una detención espectacular”, dijo el abogado.
Conflicto familiar
Desde hacía un tiempo, Alan y su hermana Elaine tenían severos problemas por la disputa de Escondido Place, “un parque conceptual de máxima armonía con la naturaleza, orientado a la tranquilidad y descanso de los usuarios y a la sustentabilidad de los recursos naturales”, dice en su página oficial.

Según la denuncia de Elaine, la madrugada del 8 de marzo, Alan “N” disparó por la ventana del cuarto de su hermana, causándole lesiones en una pierna, un glúteo y en un ojo por esquirlas. La víctima denunció ante el Ministerio Público y esta se sumó a otras denuncias previas que Elaine ya había hecho en contra de su hermano, todas por lesiones, amenazas y privación de la libertad.
El 16 de noviembre del 2024, Elaine denuncio en sus redes sociales a Alan por agresión. En su publicación, la mujer detalló que Alan y su pareja, Paulina, fueron a Escondido Place con la intención de sacarla de su propiedad, ademas de señalar a su hermano de cometer fraude dentro de la empresa.
“Buena tarde a todos, estoy en el hospital en estos momentos, lesionada de la columna y de un brazo de manera grave, quizá no pueda volver a caminar bien. Esto sucedió el día de hoy (sábado 16 de noviembre), cuando Alan, mi hermano y Paulina, su pareja, llegaron a Escondido Place, empresa que es mía, a quererme sacar como ya muchas veces lo ha hecho. Sin embargo, hoy fue distinto, ya que Mariana Paulina, su pareja, la cual no es accionista ni propietaria, ni tiene permiso de entrar en mi propiedad, comenzó a gritarme sus frustraciones personales”, dijo Elaine en su perfil de Facebook que al día de hoy ya se encuentra cerrado.
Sin pruebas contundentes
Luego de que Alan fuera detenido por elementos de la Fiscalía, fue trasladado al Cereso de San Miguel de Allende por el delito de tentativa de feminicidio en contra de su hermana, Alan presentó diversas pruebas de geolocalización y videos que supuestamente habrían demostrado que él no se encontraba en Guanajuato el día del ataque en contra de su hermana.
Con esa evidencia fue que el juez desestimó todos los cargos y dejó en libertad a Alan la madrugada del 12 de abril. Sin embargo, deberá permanecer en el país mientras continúa vigente el juicio por tentativa de homicidio en contra de los agentes de investigación que lo aprehendieron el 11 de marzo, el día que murió su hija.
Nueva línea de investigación
Recientemente en una entrevista otorgada a la periodista Adela Micha, el abogado defensor de la familia el doctor Pablo González, argumenta que existen pruebas de que a los pocos minutos del ataque en contra de Alan y su hija, supuestamente alguien de la Fiscalía informó directamente a Elaine sobre el fallecimiento de la niña, incluso antes de que sus padres y abogados supieran del deceso.

Señala que al menos tres trabajadores de Escondido Place recibieron mensajes de Elaine a los pocos minutos del ataque, en donde se les informa que la niña murió y que Alan ya no dirige más el lugar por lo que ella es la única dueña, lo que implica que ella fue informada antes que nadie sobre esta detención y asesinato, poniendo en duda la transparencia del proceso.
Además Alan “N” señala que en días pasados, supuestamente recibió un correo electrónico anónimo donde le pidieron de forma amenazante cerrar algunos negocios o de lo contrario, su familia pagaría las consecuencias.
“Ya hemos presentado una denuncia al respecto pero no hemos tenido respuesta de la Fiscalía. Espero que la investigación en contra de los Agentes de Investigación Criminal camine y podamos conocer la verdad”, dijo el abogado en dicha entrevista.