Ozzy Osbourne, el emblemático vocalista de Black Sabbath y una de las figuras más influyentes en la historia del rock, falleció este martes a los 76 años. Su familia confirmó la noticia a través de un comunicado en el que detallaron que el músico murió “rodeado de amor” tras una larga batalla contra la enfermedad de Parkinson y otras complicaciones de salud.
El comunicado familiar, emitido en la tarde del martes, expresaba: “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”. La nota solicitaba privacidad para los seres queridos del artista en este momento de duelo.
La muerte de Osbourne llega apenas semanas después de su última presentación con Black Sabbath en Villa Park durante julio, concierto que fue anunciado como su “última despedida”. En ese evento histórico, que contó con la participación especial de Metallica y Guns N’ Roses, el cantante apareció en escena sobre un trono especial debido a sus limitaciones físicas, pero no perdió oportunidad de agradecer a sus seguidores “desde el fondo de mi corazón”.
La carrera de Osbourne abarcó más de cinco décadas, comenzando como líder de Black Sabbath, banda pionera del heavy metal con la que grabó clásicos como “Paranoid” y “Iron Man”. Su etapa solista lo consolidó como ícono con éxitos como “Crazy Train” y baladas como “Mama, I’m Coming Home”. Más allá de la música, se convirtió en estrella televisiva gracias al reality show “The Osbournes” que MTV transmitió entre 2002 y 2005.
Conocido por su personalidad excéntrica y actuaciones polémicas -como cuando mordió la cabeza de un murciélago vivo en escena en 1982-, Osbourne enfrentó en sus últimos años problemas de salud derivados del Parkinson diagnosticado en 2019 y complicaciones por una severa caída ese mismo año que requirió múltiples cirugías. Pese a ello, mantuvo esporádicas apariciones públicas, incluyendo una sorpresiva participación en los Juegos de la Commonwealth de 2022.
El legado de Osbourne sobrevive no solo en su música, sino en la cultura popular que ayudó a moldear. Le sobreviven su esposa y manager Sharon, con quien estuvo casado 41 años, sus hijos Aimee, Kelly y Jack -estos dos últimos también músicos- y dos hijos de su primer matrimonio, Jessica y Louis.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde fanáticos y colegas músicos han comenzado a rendir homenaje al llamado “Príncipe de las Tinieblas” del rock. Desde su formación de Black Sabbath en 1968 hasta sus últimos días, Osbourne dejó una marca indeleble en la música que trascenderá generaciones.
