Fallece Leo Beenhakker, DT neerlandés que dejó huella en México y en el mundo del fútbol

El día de hoy,  10 de abril de 2025, el fútbol mundial despide a una de sus figuras más carismáticas e influyentes en tiempos recientes: Leo Beenhakker, quien falleció a los 82 años, debido a una enfermedad. Entrenador de carrera extensa y palmarés destacado, Beenhakker dejó una marca imborrable en clubes de Europa y América Latina, incluyendo una relación especial con el fútbol mexicano.

Beenhakker dirigió al Real Madrid en tres etapas (1986–1989, 1991–1992 y brevemente en 1992) y lo condujo a tres títulos consecutivos de La Liga (1986–87, 1987–88 y 1988–89), además de una Copa del Rey y una Supercopa de España. También tuvo pasos por equipos como el Ajax, Feyenoord, y por selecciones nacionales como Países Bajos, Arabia Saudita, Trinidad y Tobago, y Polonia.

Pero fue en México donde su figura adquirió un matiz especial. En los años 90, tomó las riendas del Club América y construyó un equipo espectacular, recordado por su fútbol ofensivo y vistoso. Aunque no logró coronarse campeón, su América de la temporada 1994–95 es aún considerado por muchos como uno de los equipos más brillantes de la década. Con figuras como Cuauhtémoc Blanco, Kalusha Bwalya, François Omam-Biyik y Luis García, ese equipo enamoró a la afición por su estilo, ambición y personalidad.

Foto: Redes Sociales

En 1995, Beenhakker tuvo un breve y polémico paso por el Club Deportivo Guadalajara, convirtiéndose en uno de los pocos entrenadores en dirigir a los dos equipos más grandes de México.

Su segunda etapa con el América llegó en 2004, y aunque fue corta, dejó una huella imborrable al darle la primera oportunidad en primera división a un joven de 18 años llamado Guillermo Ochoa. El 15 de febrero de ese año, ante la lesión del arquero titular Adolfo Ríos, Beenhakker confió en el juvenil Ochoa, quien respondió con una actuación brillante en la victoria 3-2 sobre Monterrey. Hoy, Ochoa es un emblema del fútbol mexicano, y su carrera comenzó gracias a esa decisión valiente del técnico neerlandés.

Con un estilo directo, elegante y a la vez rebelde, Beenhakker fue un técnico con personalidad, capaz de formar equipos que jugaban con libertad, técnica y carácter. Su legado va más allá de los títulos: está en el recuerdo de quienes vieron a sus equipos jugar, y en la historia de aquellos a quienes supo impulsar.

Imagen: via x (realmadrid)

Hoy se va un entrenador de otra época, pero su fútbol queda entre nosotros.

Texto: PE

Redacción

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