Héctor Manuel Avendaño Ojeda, alias “El Meño”, uno de los operadores más antiguos y cercanos a Ismael Zambada García (“El Mayo”) en el noroeste de México, fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos por narcotráfico. La entrega se realizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), culminando un proceso legal de casi 9 años desde su captura en 2016 en Culiacán, Sinaloa.
“El Meño” enfrenta al menos dos cargos por crimen organizado y tráfico de cocaína en la corte federal de Washington, D.C. Según la Fiscalía General de la República (FGR), Avendaño Ojeda y su hermano operaban una red que recibía cargamentos de cocaína de intermediarios colombianos en aguas internacionales, para luego distribuirlos por tierra a México y Estados Unidos.

Inteligencia militar identificó a “El Meño” como parte de la célula dirigida por su hermano Martín Gaudencio Avendaño Ojeda (“El Caguamo” o “El Tomate”), especializada en el tráfico de cocaína colombiana desde Baja California Sur. La organización utilizaba complejas rutas que incluían transporte marítimo hasta Centroamérica y posterior movimiento terrestre hacia el norte.
Desde 2011, los hermanos Avendaño Ojeda estaban en la mira de las autoridades estadounidenses. El Departamento del Tesoro los sancionó por lavar dinero para la facción de Zambada García a través de empresas como Autos Mini y Autódromo Culiacán. La OFAC destacó hace 14 años cómo Martín Gaudencio controlaba esta red de lavado con ayuda de sus hermanos.
Para las autoridades antidrogas estadounidenses, “El Meño” ocupaba los escalones superiores del Cártel de Sinaloa, junto a figuras como Benjamin Leopoldo Jaramillo Feliz, “Nene”, y Julián Aguirre Aguirre. Los expedientes judiciales detallan que la organización mantenía una red especializada de transportistas en Sudamérica para proteger los valiosos cargamentos de cocaína.