Funcionarios del gobierno de Donald Trump advirtieron ante el Comité Judicial del Senado estadounidense que es “cuestión de tiempo” antes de que los cárteles mexicanos utilicen drones armados para atacar objetivos en territorio estadounidense. Steven Willoughby, jefe del programa anti-drones del Departamento de Seguridad Nacional, reveló que desde agosto de 2024 se ha incrementado el uso de estos artefactos por facciones del Cártel de Sinaloa para ataques internos, lo que representa un precedente peligroso.
Durante la audiencia, Michael Torphy del FBI detalló los esfuerzos de colaboración con México para contrarrestar esta amenaza, incluyendo programas de capacitación para fuerzas armadas y policiales mexicanas. “Estamos enviando personal para entrenarlos en el uso de drones y en principios de defensa contra estos vehículos aéreos no tripulados”, explicó Torphy, quien destacó que el conocimiento adquirido en México ayudará a preparar a las agencias estadounidenses.

Willoughby presentó datos alarmantes: en los últimos seis meses se detectaron más de 27,000 drones volando a menos de 500 metros de la frontera, muchos excediendo los 120 metros de altura permitidos. Estos aparatos son utilizados principalmente para narcotráfico y vigilancia de autoridades, pero el reciente uso de drones armados en conflictos entre cárteles marca un preocupante escalamiento tecnológico del crimen organizado.
La advertencia se produce en un contexto de creciente tensión en la frontera, donde las organizaciones criminales han perfeccionado el uso de tecnología para sus operaciones ilícitas. Las declaraciones de los funcionarios subrayan la necesidad de mayor cooperación binacional y desarrollo de protocolos específicos para neutralizar esta nueva modalidad de amenaza a la seguridad nacional de ambos países.