El FBI arrestó este jueves a 34 personas, entre ellas Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers, y Terry Rozier, base de los Miami Heat, por su presunta implicación en una trama de apuestas deportivas ilegales y juegos de póquer manipulados vinculados al crimen organizado, según adelantó ESPN. Las detenciones se realizaron en una operación coordinada en 11 estados de Estados Unidos, resultado de una investigación federal que se extendió durante varios años y que, según las autoridades, “golpea el corazón de la NBA”.
El anuncio fue realizado por Kash Patel, director del FBI, durante una conferencia de prensa en Brooklyn, Nueva York, donde explicó que la operación desmanteló “un esquema de fraude de decenas de millones de dólares” en el que participaron cuatro familias de la Cosa Nostra: los Bonanno, Gambini, Genovese y Lucchese. Patel detalló que el caso representa una de las investigaciones más complejas sobre corrupción deportiva y crimen financiero en la historia reciente de Estados Unidos.

“El fraude es abrumador. Estamos hablando de decenas de millones de dólares en robo, fraude y hurto”, afirmó Patel, acompañado de los agentes que participaron en el operativo. Por su parte, el fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, Joseph Nocella Jr., calificó la trama como “uno de los esquemas de corrupción deportiva más descarados desde la legalización de las apuestas deportivas en línea en el país”.
De acuerdo con la investigación, Rozier y otros implicados tenían acceso a información privada de jugadores y entrenadores de la NBA, la cual compartían con miembros de la red criminal para alterar los resultados de las apuestas y obtener ganancias ilegales. A cambio, recibían una parte de los beneficios obtenidos en las casas de apuestas en línea.

El caso de Chauncey Billups, de 49 años, se centra en su presunta participación en una red de póquer ilegal vinculada al crimen organizado. Según el fiscal Nocella, las partidas estaban amañadas mediante el uso de tecnología avanzada, como máquinas de barajar trucadas y sistemas de rayos X para leer cartas boca abajo. Estas reuniones se celebraron desde 2019 en los Hamptons, Manhattan, Las Vegas y Miami, lugares frecuentados por figuras del deporte y del entretenimiento, según los informes judiciales.
Billups, quien fue jugador de la NBA entre 1997 y 2014, destacó en los Detroit Pistons, equipo con el que ganó el campeonato de 2004 y fue nombrado MVP de las Finales. Tras su retiro, inició su carrera como entrenador y actualmente dirige a los Trail Blazers, con quienes disputaba su quinta temporada en la liga. Su detención se produjo pocas horas después de haber dirigido el partido inaugural de la temporada, donde su equipo perdió 118-114 ante los Minnesota Timberwolves.
En el caso de Terry Rozier, las autoridades federales indicaron que su nombre ya había surgido en 2023 durante una investigación interna de la NBA sobre actividad irregular en plataformas de apuestas en línea mientras jugaba con los Charlotte Hornets. Aunque en ese momento no se encontraron pruebas concluyentes, el portavoz de la liga, Mike Bass, confirmó que hubo alertas sobre movimientos de apuestas inusuales relacionadas con el desempeño del jugador en un partido entre Charlotte y Nueva Orleans celebrado el 23 de marzo de 2023.
En aquel encuentro, Rozier abandonó el juego a los nueve minutos del primer cuarto, alegando molestias en el pie, y no volvió a jugar el resto de la temporada. Según los fiscales, esa información fue utilizada por apostadores asociados a la red para obtener ganancias millonarias, apostando a su bajo rendimiento y retiro temprano.
Rozier, actualmente de 31 años, firmó un contrato de 96,3 millones de dólares por cuatro años con los Miami Heat en 2024, tras su traspaso desde los Hornets. Su detención ocurrió este jueves por la mañana en un hotel de Orlando, en el marco de una serie de operativos simultáneos realizados por el FBI.
La misma fiscalía federal en Brooklyn que procesó al exjugador Jontay Porter, de los Toronto Raptors, lidera ahora el caso de Rozier. Porter se declaró culpable este año de conspiración para cometer fraude electrónico, al reconocer que se retiraba intencionalmente de partidos alegando lesiones para beneficiar apuestas relacionadas con su desempeño. Según el medio The Athletic, al menos cinco personas fueron arrestadas junto con Porter por su participación en esa red.
Entre los nuevos detenidos se encuentra también el exjugador y exentrenador asistente de los Cleveland Cavaliers, Damon Jones, quien habría participado en las partidas de póquer manipuladas junto a Billups. Los fiscales sostienen que los organizadores de estas partidas usaban a figuras del baloncesto profesional para dar credibilidad al juego y atraer a inversionistas y celebridades a mesas ya controladas por el grupo criminal.

Según los documentos judiciales, la red de apuestas ilegales operaba en 11 estados, generando millones de dólares en ganancias no declaradas, y mantenía vínculos con miembros del crimen organizado ítalo-estadounidense. El FBI destacó que esta operación es una de las más grandes en la historia reciente de los deportes profesionales de EE. UU., y forma parte de una estrategia para combatir la infiltración de organizaciones criminales en el ámbito deportivo.
Por el momento, la NBA no ha emitido un comunicado oficial sobre las detenciones de Billups y Rozier, aunque fuentes cercanas a la liga confirmaron que la investigación sigue abierta y que se revisarán posibles sanciones disciplinarias conforme avancen los procesos judiciales.
El fiscal Nocella Jr. adelantó que los acusados podrían enfrentar cargos por fraude electrónico, asociación delictiva y lavado de dinero, delitos que conllevan penas de hasta 20 años de prisión. El caso ha generado una profunda preocupación en la liga y entre los aficionados, ya que representa uno de los mayores escándalos de apuestas en la historia del baloncesto profesional estadounidense.
La investigación del FBI continúa y podría implicar a más jugadores, exentrenadores y empresarios relacionados con el entorno deportivo, en lo que las autoridades describen como una red compleja que unía deporte, crimen organizado y tecnología avanzada para manipular resultados y beneficios.





