*En tan solo cinco meses subió en más de 10 mil el total de presos en el país. Con la llegada de nuevos jueces que apoyan la prisión preventiva oficiosa y la inacción de la Corte el crecimiento podría acelerarse, advierten defensores.
Por: Arturo Angel
En los primeros meses de 2025 se ha disparado el encarcelamiento de personas en México. Al cierre de mayo la cifra total de población penitenciaria ascendió a 246 mil 535, que es un crecimiento por encima de los diez mil internos en comparación con el arranque del año. De todos ellos, más del 40 por ciento son personas sin sentencia.
Esto ocurre en la antesala del relevo de la mitad de los juzgadores que se encargan de dictar las prisiones, o de revocarlas, por aquellos que fueron elegidos en los inéditos comicios del pasado 1 de junio. Autoridades del Instituto de la Defensoría Pública federal advierten que la curva de encarcelamientos podría acelerarse aún más en lo que resta del año.
Aunque en los últimos años la población penitenciaria en México había experimentado un repunte (tras un descenso importante de 2015 a 2018 por la entrada del nuevo sistema penal) en 2024 está tendencia se había estabilizado. Los datos oficiales del Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social muestran que de enero a diciembre de ese año la cifra de personas presas pasó de 231 mil 905 a 235 mil 197. Es decir, en doce meses el total de personas precisas subió en poco más de 3 mil.
En contraste, de enero a mayo de 2025 el total de población penitenciaria pasó de los referidos 235 mil a 246 mil 535, que es un incremento de 11 mil 338 intentos. En una aceleración de encarcelamientos que no se había experimentado por lo menos en la última década.

Si este nivel de crecimiento de la población penitenciaria en los primeros cinco meses de 2025 se mantiene en lo que resta del año, ello quiere decir que el año podría cerrar con casi260 mil personas encarceladas, una cifra récord no registrada ni siquiera en el máximo apogeo de sistema penal anterior que, en el papel, tenía un enfoque más punitivo.
Los 135 centros penitenciarios de país no tienen capacidad para albergar ese número de personas detenidas. El número actual de espacios es de 224 mil 486 que, con el total de hoy, ya se encuentra rebasado por más de 22 mil personas. Es una sobrepoblación general cercana al diez por ciento.
La situación es particularmente dramática en algunos estados donde hay penales que registran más del doble de los internos que deberían tener. Por ejemplo, los centros penitenciarios de Nayarit registran un nivel de hacinamiento de casi el 169 por ciento; los del estado de México una sobrepoblación superior al 153 por ciento; los de Durango un nivel de hacinamiento del 104 por ciento; los de Morelos una sobrepoblación de casi 96 por ciento. Hay otros 14 estados que también tienen una mayor población penitenciaria que espacios disponibles en sus reclusorios.
Uno de cada tres sin sentencia
De las personas que están encarceladas actualmente en México 84 mil 588, que equivalen a casi el 35 por ciento, se encuentran bajo proceso penal sin que hoy estén sentenciada. Dicho de otra forma: no se ha probado que 1 de cada 3 personas presas realmente cometieron un delito.
Es el encarcelamiento de las personas sin condena, constitucionalmente inocentes, lo que ha disparado las cifras de población penitenciaria en el país. A nivel fuero común, por ejemplo, al cierre del año pasado había 75 mil 276 personas bajo proceso privadas de la libertad, pero para mayo ya sumaban 83 mil 309, que es un incremento de casi el diez por ciento en tan solo cinco meses.
La línea de tiempo de la población penitenciara comprueba que entre 2015 y 2018 disminuyó de forma sostenida el total de personas en prisión, de forma coincidente con la entrada en funcionamiento del sistema penal acusatorio de corte mucho más garantistas, y que de inicio puso condiciones importantes para que la prisión preventiva fuera una medida excepcional.
Sin embargo, en 2019 y con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador se aprobaron reformas que incrementaron el número de delitos que son acreedores a la prisión preventiva oficiosa o automática, lo que revirtió la tendencia a la baja y comenzó el repunte de personas presas.
Nuevos jueces, más prisión
Defensores particulares y funcionarios del Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP) estimaron que la aplicación de prisiones preventivas oficiosas y justificadas podría incrementarse con el relevo y llegada de los nuevos jueces que resultaron ganadores de la elección del 1 de junio.
Lo anterior debido a que la mayor parte de los candidatos ganadores han expresado públicamente su apoyo a este recurso. Eso en un contexto de críticas constantes de parte del gobierno federal y gobiernos de los estados contra jueces que en los últimos años han negado prisiones preventivas.
Cabe señalar que desde 2023 la corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a México por el uso de la prisión preventiva oficiosa tras concluir que es un recurso violatorio de derechos humanos, y ordenó que se detuviera su uso. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia del país no ha sacado adelante, hasta ahora, los proyectos para que esto se materialice.
FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM
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