Empresario limonero cambió de auto y dejó a su escolta antes de ser interceptado

Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, fue localizado sin vida este lunes 20 de octubre dentro de un vehículo Toyota Tacoma en la carretera hacia Los Tepetates, después de que deliberadamente cambiara de automóvil y decidiera no continuar con su escolta personal, según confirmaron autoridades estatales.

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, explicó que el empresario limonero había viajado el domingo desde Morelia hacia Apatzingán acompañado de su equipo de seguridad, pero que en algún punto del trayecto “hizo un cambio de vehículo y ya no se hizo acompañar de esta custodia”. Este hecho resultaría crucial en la investigación del crimen.

“El personal de seguridad que brindaba protección a Bravo Manríquez ya rindió su declaración para esclarecer los hechos”, afirmó el mandatario estatal durante una entrevista colectiva, destacando la anomalía que representó la decisión del empresario de separarse de su protección oficial horas antes de que fuera encontrado con un disparo en la cabeza y signos de violencia.

Como parte de las investigaciones, la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) logró la aprehensión de Rigoberto López Mendoza, alias “El Plátano”, señalado por su presunta participación en el homicidio. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch, confirmó la detención en las primeras horas de este martes.

El gobernador Ramírez Bedolla aseguró que la FGE cuenta con “todos los indicios” y “toda la trazabilidad” de los movimientos del empresario durante el domingo previo a su muerte, incluyendo los lugares que visitó, las llamadas telefónicas realizadas desde su celular y la ubicación de los aparatos donde recibieron sus comunicaciones los presuntos agresores.

Durante el arresto de “El Plátano”, las autoridades aseguraron 25 billetes de mil pesos, tres teléfonos celulares y una motocicleta. El detenido era buscado por su posible vinculación con extorsiones a limoneros de la región de Tierra Caliente, misma actividad a la que se dedicaba Bravo Manríquez como representante de los citricultores de la zona.

La investigación continúa para determinar las circunstancias exactas que llevaron al empresario a prescindir de su protección de seguridad y los motivos específicos detrás del crimen, que ha generado manifestaciones de condolencias por parte de organizaciones campesinas, consejos empresariales y activistas de la región.

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Filiberto Cruz

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