El fin de una era con gafas oscuras: Wintour deja Vogue US

Después de casi cuatro décadas marcando el paso de la moda desde las oficinas de Vogue US, Anna Wintour dijo adiós… o más bien, hasta luego. Este jueves se hizo oficial: deja su cargo como editora en jefe de la edición estadounidense de Vogue, ese rol icónico que ocupó desde 1988. Sí, el mismo con el que construyó leyenda, agenda y hasta inspiró películas.

Pero que nadie se confunda: Anna no se va del todo. Sigue como directora editorial global de Vogue y directora global de contenido de Condé Nast. Traducción: deja de ver el detalle del día a día, pero sigue tomando decisiones importantes a nivel mundial. Su influencia sigue, solo que ahora desde otra silla.

Wintour no solo editó una revista. Construyó un imperio editorial con mirada de rayos X, con olfato quirúrgico para las tendencias y una capacidad impresionante para convertir a modelos, diseñadores y celebridades en íconos pop. Convirtió la portada de Vogue en uno de los espacios más codiciados de la cultura visual. Si estabas ahí, habías llegado.

Su salida marca el final de una era. Literal. De las revistas en papel como centro del universo de la moda, de la figura de la editora-institución, de los tiempos donde una sola mirada podía definir qué se usaba y qué no.

Ahora, Vogue US se queda sin su eterna líder y empieza la pregunta inevitable: ¿quién toma el relevo? Pero esa es otra historia.

Por ahora, lo que queda claro es que Anna Wintour no renuncia a su poder, solo cambia el escenario. Y como siempre, lo hace sin despeinarse. Aunque, sabemos, jamás lo ha hecho.

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Fernanda Aguilar Barragán

Fernanda Aguilar Barragán