Por: Arturo Angel
Los fiscales de los Estados Unidos notificaron a una jueza federal en Chicago su decisión de no buscar la pena de muerte en contra de Joaquín Guzmán López, el menor de los cuatro hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en el proceso abierto en su contra por cargos de narcotráfico.
A través de un oficio presentado en la Corte del Distrito Norte de Illinois el fiscal Andrew Boutros detalló a la jueza Sharon Coleman que si Guzmán López es encontrado culpable en un juicio los Estados Unidos no buscarán la pena de muerte en su contra.

El escenario de la pena capital era posible dado que Guzmán López no fue extraditado por México, lo que impediría aplicar una sanción de ese tipo según lo estipulado en el tratado entre ambos países, sino que se entregó voluntariamente en Texas, lo que para efectos equivale a que fue detenido directamente por el gobierno estadounidense.
Fue el 25 de julio cuando Guzmán aterrizó en una aeronave privada junto con Ismael ·El Mayo” Zambada, quien ahora se encuentra procesado en Nueva York y también enfrenta la posibilidad de una pena capital.
La decisión de los fiscales de Estados Unidos de abstenerse de buscar la pena máxima para el hijo menor de El Chapo es producto de las sendas negociaciones que él y su hermano Ovidio Guzmán, también procesado en la misma corte, realizan para evitar incluso llegar a juicio.
El caso de Ovidio Guzmán es el más adelantado pues ya se ha programado para el próximo 9 julio la audiencia en la que se declarará culpable a cambio de que los fiscales requieren una pena reducida. Es un escenario que se prevé que suceda también con Guzmán López quien, por lo pronto, tiene una audiencia de revisión de su proceso para el próximo 2 de junio.
De cerrarse estas negociaciones los hijos de El Chapo también se convertirán en potenciales testigos colaboradores de los fiscales estadounidenses en procesos ya en marcha o en investigaciones futuras de los fiscales en contra de grupos del crimen organizado.
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