El gobierno de Estados Unidos elevó a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve al arresto o condena del presidente venezolano Nicolás Maduro, acusado de conspiración de narcoterrorismo e importación de cocaína. La Administración para el Control de Drogas (DEA) vinculó a Maduro con el Cártel de los Soles, recientemente designado como organización terrorista, y lo acusó de portar armas en apoyo a actividades delictivas.
La DEA, a través de su cuenta oficial en X, también solicitó información sobre otros altos funcionarios venezolanos, incluyendo al ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, y al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Esta medida se produce días después de que el Departamento del Tesoro estadounidense designara formalmente al Cártel de los Soles como grupo terrorista, señalando su presunta dirección por parte de Maduro y otros funcionarios de su gobierno.
Según el Departamento del Tesoro, el Cártel de los Soles proporciona apoyo material a organizaciones terroristas que amenazan la seguridad de EE.UU., incluyendo al Tren de Aragua y al Cártel de Sinaloa. La declaración oficial describe al Tren de Aragua como una organización terrorista originada en Venezuela, involucrada en tráfico de drogas, trata de personas, explotación sexual y lavado de dinero, entre otros crímenes.
Los cargos contra Maduro incluyen conspiración para importar cocaína a Estados Unidos y uso de armas como ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo a actividades delictivas. Estas acusaciones forman parte de una escalada en las tensiones entre Washington y Caracas, que se han intensificado en los últimos años por denuncias de corrupción y narcotráfico en altos niveles del gobierno venezolano.

El anuncio de la recompensa coincide con informes sobre la creciente influencia del Cártel de los Soles en la región, organización que según las autoridades estadounidenses opera con impunidad bajo protección del gobierno venezolano. El Departamento del Tesoro enfatizó en su comunicado que estas designaciones buscan desmantelar redes criminales que amenazan la seguridad hemisférica y la estabilidad regional.
Las autoridades estadounidenses han señalado que continuarán investigando los vínculos entre funcionarios venezolanos y organizaciones criminales, utilizando todas las herramientas legales a su disposición. La recompensa de 25 millones de dólares por Maduro iguala las ofrecidas por otros líderes de organizaciones narcoterroristas a nivel global, reflejando la gravedad de las acusaciones contra el mandatario venezolano.
Esta medida se enmarca en una estrategia más amplia de EE.UU. contra el narcotráfico internacional, que ha incluido sanciones económicas y acciones legales contra redes criminales en América Latina. El caso de Venezuela representa uno de los ejemplos más destacados de las acusaciones de connivencia entre gobiernos y organizaciones delictivas en la región.
Las reacciones del gobierno venezolano a estas nuevas acusaciones se esperan en las próximas horas, en un contexto de creciente presión internacional sobre el régimen de Maduro por denuncias de violaciones de derechos humanos y corrupción. Analistas anticipan que esta medida podría profundizar el aislamiento diplomático de Venezuela y generar nuevas tensiones en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
La DEA ha instado a personas con información relevante a comunicarse a través de sus canales oficiales, garantizando confidencialidad y protección para quienes colaboren con las investigaciones. Las autoridades estadounidenses mantienen que estas acciones buscan combatir redes criminales transnacionales que afectan la seguridad de toda la región.