*Su nuevo informe sobre la situación de las drogas indica que tanto el Cártel de Sinaloa como el de Jalisco operan en 40 países. Advierte del uso de redes sociales y mensajes encriptados para comercializar los estupefacientes en el mercado estadounidense.
Por: Arturo Angel
La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) alertó de la posibilidad de que Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) establezca una alianza con Los Chapitos, una de las dos facciones que dominan el Cártel de Sinaloa (CDS), una situación que podría incrementar los riesgos de corrupción, tráfico de drogas y violencia tanto en los Estados Unidos como en México.
Pese a los golpes recientes que han recibido dichas organizaciones delictivas con la caída de algunos de sus principales operadores, la agencia estadounidense asegura que su poder criminal se mantiene y que ambos carteles tienen presencia en al menos 40 países del mundo.
Todo lo anterior se consigna en informe “Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2025” (NDTA, por sus siglas en inglés) desclasificado el día de hoy para consulta pública, y en el que se evalúa el estado actual del tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, su impacto, y los responsables de estas operaciones criminales.
El informe, que es el primero que se realiza en la administración de Robert Murphy como titular de la DEA, y que tiene una dedicatoria especial dirigida a la memoria del exagente Enrique Camarena, destaca como punto inicial y central que los cárteles mexicanos recientemente nombrados organizaciones terroristas, son los grupos criminales que siguen dominando la distribución de drogas en el hemisferio occidente del planeta. Y entre ellos el CJNG y el CDS son los preponderantes.
“La producción, el tráfico y la distribución de potentes drogas sintéticas ilícitas por parte de los cárteles mexicanos, principalmente fentanilo y metanfetamina, representan una grave amenaza para la salud pública, el estado de derecho y la seguridad nacional en los Estados Unidos. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), junto con sus redes de adquisición, distribución y apoyo financiero que se extienden por América Latina, China y otros puntos clave a nivel mundial, siguen siendo las principales amenazas en el tráfico de estas y otras drogas hacia los Estados Unidos”, indica el informe.
El reporte advierte que en el último año poco más de 64 mil personas murieron en los Estados Unidos por sobredosis de consumo de drogas, lo que es un 25 por ciento por debajo de los casi 113 mil decesos que se registraron en el periodo anterior, situación que es una buena noticia. No obstante, se recalca que el nivel de pérdida de visas es inaceptable.
El fentanilo y otras drogas sintéticas sigue siendo la gran amenaza por su alta letalidad y por la forma relativamente sencilla en que los cárteles mexicanos logran traficarla, a diferencia de la complejidad logística que significaban otras drogas como la mariguana y la cocaína.
“Los cárteles aprovechan la relativa facilidad de la producción de drogas sintéticas en comparación con las limitaciones físicas y ambientales de la producción tradicional de drogas a base de plantas para generar ingresos inmensos. Los cárteles mantienen cadenas de suministro estables para obtener los precursores químicos necesarios para producir estas drogas sintéticas, principalmente desde China e India”, indica el informe.
Relaciones peligrosas
Al evaluar la situación en la que se encuentran los principales cárteles, la DEA destaca que el CJNG y el CDS se mantienen como las grandes estructuras criminales que además de tener presencia en más de 40 países operan prácticamente en todos los estados tanto de México como de los Estados Unidos.


Sin embargo, sin entrar en detalles sobre la participación del gobierno estadounidense, el informe advierte del conflicto interno que se ha suscitado al interior del CDS a partir de la detención de la detención de Ismael “El mayo” Zambada y de la entrega voluntaria de uno de los hijos de El Chapo Guzmán.
“La detención intensificó las tensiones y la lucha interna entre las dos principales facciones del Cártel de Sinaloa (Los Mayos y Los Chapitos), la cual continúa hasta el día de hoy”, indica el reporte.
El mayor riesgo, señala la DEA citando a fuentes mexicanas, es la posible configuración de una alianza entre la facción de “Los Chapitos” con el CJNG, una situación que podría generar más violencia.
“Una alianza estratégica entre el CJNG y Los Chapitos tiene el potencial de expandir los territorios, recursos, poder de fuego y acceso a funcionarios corruptos de estos grupos, lo que podría provocar una alteración significativa del equilibrio actual de poder criminal en México y podría contribuir al aumento del flujo de drogas hacia el norte y del tráfico de armas hacia el sur en la frontera entre Estados Unidos y México”, advierte el reporte.
Las “narco-redes” sociales
Otro aspecto novedoso en el que este informe pone énfasis es en los mecanismos que los cárteles mexicanos, y con especial énfasis el Cartel de Sinaloa, han encontrado para distribuir los estupefacientes en las principales ciudades de los Estados Unidos, y en específico el uso de las redes sociales para ello.
La DEA explica que el referido cartel utiliza diversos puntos de entrada en California y Arizona para introducir los estupefacientes en territorio estadounidense y a partir de ahí moverlo a los mercados de consumo de los 50 estados de dicho país. Lo anterior es posible gracias a la alianza con centenares de traficantes locales y bandas criminales estadounidenses que trabajan para ellos.
Dichos grupos, que representan un segundo escalafón de la estructura delictiva, son los que se encargan de acercar la droga al consumidor final a través de métodos más novedosos.
“Estos grupos utilizan plataformas de redes sociales y aplicaciones de mensajería encriptada para publicitar y distribuir sus productos mortales, así como para reclutar mensajeros y traficantes. Suministran a redes de grupos narcotraficantes locales independientes, bandas callejeras y pandillas cuyo principal objetivo es hacer llegar las drogas ilegales a manos de los usuarios. Algunos miembros de pandillas y traficantes independientes son tan prolíficos que tienen contacto directo con mayoristas conectados al CDS, lo que les permite convertirse en proveedores a nivel regional” señala el informe.
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