Los Dallas Cowboys confirmaron este jueves el fallecimiento de Marshawn Kneeland, ala defensiva de 24 años, quien perdió la vida tras una persecución policial. Los hechos ocurrieron durante la noche del 5 de noviembre de 2025 cuando agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas intentaron detener su vehículo por una infracción de tránsito, resultando en una persecución que culminó con el jugador fallecido por una herida de bala autoinfligida, según confirmó el Departamento de Policía de Frisco.
El incidente comenzó aproximadamente a las 10:33 p.m. en los carriles norte de la autopista de peaje Dallas North Tollway, cerca de Keller Springs Blvd. De acuerdo con el reporte oficial, los agentes del DPS intentaron realizar un paro de tránsito rutinario por una infracción, pero el conductor, identificado posteriormente como Kneeland, se negó a detenerse. Esto desencadenó una persecución que fue terminada cuando los agentes perdieron de vista el vehículo del jugador. Horas después, durante la madrugada, aeronaves y agentes del DPS, en coordinación con el Departamento de Policía de Frisco, realizaron una búsqueda en el área inmediata donde encontraron a Kneeland sin vida.

El comunicado policial detalló que el jugador falleció “por una herida de bala autoinfligida”, aunque las autoridades no han revelado más detalles sobre las circunstancias específicas que llevaron a este desenlace. El departamento aseguró que no cuenta con información adicional por el momento, a pesar de las diversas versiones que han circulado en redes sociales sobre el caso. Tanto los Dallas Cowboys como la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se han limitado a confirmar el fallecimiento sin proporcionar declaraciones adicionales.
Medios estadounidenses reportaron que Kneeland habría estado huyendo de la policía después de estar involucrado en un accidente de tránsito previo al intento de detención. Según estas versiones, el jugador no se detuvo tras el incidente y continuó conduciendo hasta perderse en la oscuridad de la noche. Las autoridades fueron notificadas posteriormente sobre indicios de comportamiento suicida por parte del atleta, lo que activó la búsqueda que culminó con el trágico hallazgo en la mañana del jueves.

Marshawn Kneeland venía de participar activamente en el último partido de los Cowboys el pasado Monday Night Football, donde incluso había anotado el primer touchdown de su corta carrera en la NFL. Su rendimiento en ese encuentro había sido destacado, mostrando su potencial como jugador defensivo en su segunda temporada en la liga.
El jugador de 24 años, originario de Plano, Texas, había enfrentado problemas de salud mental con anterioridad. Según se ha conocido, Kneeland sufrió un “problema grave de depresión” antes del Draft de 2024, condición que se agravó tras el fallecimiento de su madre pocos días antes del evento. Una de sus últimas publicaciones en redes sociales fue precisamente un homenaje a su madre, evidenciando el profundo impacto que esta pérdida continuaba teniendo en su estado emocional.
La muerte de Kneeland conmociona a la comunidad de la NFL y especialmente a la franquicia de los Dallas Cowboys, que pierde a un joven talento en circunstancias trágicas. El caso sigue bajo investigación por parte de las autoridades correspondientes, mientras la familia, compañeros y cuerpo técnico del jugador procesan la inesperada pérdida. La liga y el equipo han ofrecido apoyo a todos los afectados y se espera que en los próximos días se proporcionen más detalles sobre los servicios conmemorativos.





